Se reavivó el conflicto mantero en Once

Los desórdenes y represión desatados con motivo del desalojo de los llamados “manteros” en las inmediaciones de la estación Once, a raíz de la disposición del fiscal general adjunto de la Ciudad, Luis Cevasco, sobre impedir la venta callejera, volvieron a reavivarse.

Los sucesos del martes –el operativo policial– que parecía haber entrado en etapa de negociación, se reavivaron ayer –viernes 13– ante la denuncia de los desalojados de que “al llegar para censarse las autoridades ya no estaban”. En esa oportunidad volvieron a cortar Pueyrredón y se reprodujeron las escenas de represión y el desorden de días anteriores.

A consecuencia de los sucesos el Gobierno de la Ciudad informó que hubo 5 detenidos y que el censo se dio por terminado con 680 anotados. La reactivación del conflicto se originó a raíz de que un grupo de manteros quedó fuera del acuerdo y reclamaba ser censado para acceder a un beneficio prometido a los puesteros.

Los incidentes comenzaron cuando el grupo que llegó temprano a la Agencia Gubernamental de Control (AGC), en Perón al 2900, con la intención de censarse, encontró cerrado el lugar, y se trasladó a la esquina de Bartolomé Mitre y Pueyrredón para exigir la presencia de las autoridades, y tras cortar la avenida fue obligado a subir a la vereda por el personal policíal apostado allí.

Cerca de las 11, un nuevo grupo de manteros se sumó al conflicto e inició discusiones con personal policial que formaba un cordón sobre la avenida Pueyrredón para impedir un nuevo bloqueo. Pasadas las 12, camiones hidrantes se sumaron al operativo con la orden de no permitir el corte de calles y avanzó sobre los manifestantes, que respondieron arrojando palos y piedras, lo que generó algunos incidentes y corridas. Tras algunas refriegas, fueron detenidas cinco personas “por resistencia a la autoridad”, informó la policía, y finalmente la zona quedó liberada, aunque permanecieron las fuerzas de seguridad. La estación de trenes de Once permaneció cerrada algunos minutos, tras lo cual volvió a funcionar normalmente el servicio.

A partir de ahora “se inicia una nueva etapa con la realización de cursos, el pago de impuestos y la incorporación a la economía formal”. “A partir de la semana que viene todos aquellos que se hayan censados y completado el trámite de inscribirse en el monotributo social, y sacado una caja de ahorro en el Banco Ciudad, arrancan con un curso de capacitación de 60 días, y el día 61 van a disponer de un lugar en algunos de los dos predios dispuestos por el Gobierno en las cercanías de Once”, (Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad) Y agregó: “El censo terminó ayer (por el jueves)”. “El censo se realizó martes, miércoles y jueves”, aunque frente a la convocatoria de personas que pedían ser registrados, aseguró que el gobierno “está evaluando” la situación.

“Lamentablemente vinimos ayer al censo pero nos dijeron que el cupo estaba cubierto. Hoy vinimos de nuevo y nos cerraron la puerta en la cara, nos cerraron la persiana. Por eso nos vimos obligados a cortar Pueyrredón, somos laburantes, queremos laburar, no queremos hacer quilombo, queremos trabajar”. (Aníbal Mariño, uno de los puesteros)

“Hoy iban a censar a partir de las 9 de la mañana, yo estoy con mi bebé haciendo cola desde las tres y cuando deberían haber abierto, no vino nadie, nos bajaron la persiana y nadie se hace cargo” (Denis, otra vendedora).

El operativo de desalojo, que derivó en las protestas de manteros, una represión policial y las posteriores negociaciones con autoridades de la Ciudad, tuvo su origen en una orden del fiscal general adjunto de la Ciudad, Luis Cevasco, quien dispuso a inicios de la semana impedir la venta callejera. Las acciones se desarrollaron durante el día martes hasta llegar el miércoles a un acuerdo, por el cual se prevé el traslado de los puestos a dos galpones ubicados cerca de la plaza Miserere.

El pacto contempla además la realización de una capacitación de 60 días por la que los manteros recibirán un subsidio mensual de 11.700 pesos pagados por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En la jornada de ayer no se vio en la protesta a los representantes de manteros que negociaron con autoridades durante la semana, pero estuvieron en el lugar un centenar de personas que buscaba registrarse para recibir los beneficios.

Por su parte, el titular de FECIBA (Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires) Raúl Zylbersztein consideró que “el conflicto no se puede arreglar con plata, sino que se necesita orden y trabajo” y agregó que “los problemas van a continuar indefinidamente porque el Gobierno porteño se reunió sólo con algunos punteros de la zona, reconociéndoles una representación inexistente en medio del caos que es la venta ilegal callejera”. Además, explicó que “el acuerdo dejó de lado a muchos otros vendedores, ya sea porque no están de acuerdo con abandonar su lugar o porque no pueden acceder al subsidio por tratarse de extranjeros indocumentados, lo cual en lugar de sofocar el problema, lo exacerba y genera cada vez más incidentes”.

En ese sentido, Zylbersztein reprobó que la gestión encabezada por el Ministro de Ambiente y Espacio Público,  Eduardo Macchiavelli, y el de Modernización, Andy Freire, del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta “le haya dado tanta entidad solo a esa organización mafiosa, como para negociar libremente con su capataz, siendo que se trata de un grupo de violentos que atacó el orden público y que viene infringiendo las normas desde hace más de diez años”.

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