Falleció Rubén Bassignana

Rubén ya no nos acompañará con su rubicunda presencia. Dejamos, en su homenaje, este testimonio de la claridad de su pensamiento.(M.B.).
Rubén Bassignana

Primera década del nuevo siglo. Llegan los Consejos Consultivos vecinales y Rubén Bassignana se hace presente como cada vez que fue necesario participar y hacerse cargo de la representación popular. Rubén escribe sobre el tema y me entrega esta nota que fue publicada en “Desde Boedo” y cuya reproducción hoy se torna homenaje. Y lo digo con profunda tristeza porque, como informa su compañero y amigo Miguel Germino, Rubén Bassignana acaba de fallecer víctima de una infección luego de su internación en el Hospital Durand. Como dice Germino en su emotiva despedida: “Fuiste un hombre que desde tu humildad y tu desprendimiento dedicaste tu vida a las causas populares y barriales”. Algunas con nombre propio como “La Placita del Mientras Tanto”, “APPA” (Asamblea Popular de Plaza Almagro), “Vecinos por el Parque”, el Consejo Consultivo de la Comuna 5, y últimamente la “Mesa de Trabajo y Consenso del Parque”. Rubén ya no nos acompañará con su rubicunda presencia.

Dejamos, en su homenaje, este testimonio de la claridad de su pensamiento.(M.B.).

 

Crisis de la representación

Las urgencias no deberían bloquear el pensamiento político, y el pensamiento, si es político, no debe ignorar las urgencias. Rubén Bassignana
Bassignana haciendo uso de la palabra en el Consejo Consultivo vecinal con sede en el CESAC 38 de Medrano 350. (Año 2010- Foto Desde Boedo):

 ¿Cómo evitar las viejas prácticas políticas? ¿Cómo impedir que grupos de personas sean utilizados por quienes se sitúan cerca de la cúpula de una pirámide jerárquica cualquiera y desde ese lugar de poder, concedan favores, repartan migajas hacia los estratos inferiores indefensos y demandantes?

El tema de la “representación” está siendo duramente cuestionado en todos los niveles ya que aparece como cómplice de las desigualdades y obstáculo para caminar hacia la liberación de las relaciones sociales.

Este modelo piramidal jerárquico está instalado en todos los grupos humanos, desde una asociación de vecinos a una ONG o un club de barrio, pero adquiere dramatismo cuando vemos cómo funciona en todos los estratos de cualquier partido político, como ejemplo más lamentable.

Estamos viviendo el vaciamiento de la representatividad real de los partidos políticos, el doble discurso, la democracia vacía como mal menor, los medios cómplices y socios de los grupos de poder concentrados, la mentira y la saturación de la “sobreinformación” inducida.

¿Cómo tomar distancia y organizarnos frente a este panorama?

El análisis histórico referido a la “representación” que cuestionamos resalta más si enfocamos al socialismo que en los últimos ciento cincuenta años proclamó como su fin principal la liberación de la humanidad de toda forma de sojuzgamiento.

En este caso la distancia entre fines y logros resultó dolorosa e imprevisible ya que las élites que representaban al resto de la población se “despegaron” y reprodujeron el carácter jerárquico, concentrador y represivo, que llevó a la caída del muro.

Como un primer paso para despojar a la “representatividad” de su carácter de medio para usufructuar el poder, creemos que es una tarea insoslayable poner en práctica nuevas formas de relacionamiento en grupos pequeños o medianos. Hacer circular la palabra y el poder. Que la representación, de ser necesaria, se renueve en el tiempo y en las personas.

Algunos de nosotros hemos observado en la práctica las dificultades para instalar estas nuevas formas de relacionamiento grupal. Como ejemplos de intentos fallidos, en su momento los “nodos” del Club del trueque, los locales de partidos políticos en los barrios, las comisiones del Presupuesto Participativo y en los últimos años la constitución de los Consejos Consultivos Comunales que confirman dolorosamente que el cambio cultural en este terreno ofrece muchas resistencias.

Los vecinos dispuestos a la participación y el compromiso escasean y esos espacios son ocupados por los representantes de lo peor de esas prácticas arribistas que hemos descripto, sean integrantes de ONGs, pigmeos políticos o vecinos ambiciosos de notoriedad o en busca de un contrato que mejore su situación personal.

Utilicemos una herramienta tan propicia como las Comunas conformadas este año en nuestra ciudad para poner en práctica formas originales de organización que atraigan a los vecinos honestos dispuestos a trabajar con amor y sin hipocresía por otra sociedad con dignidad y principios.

Una aclaración importante: este pasaje a una democracia participativa y horizontal es una aspiración a largo plazo. No significa por lo tanto ignorar la realidad actual ni desmerecer las luchas que responden a necesidades inmediatas impostergables en este capitalismo injusto. Ha habido avances importantes en los últimos años en Latinoamérica y en nuestro país, por lo que debemos seguir militando con alegría y convicción para profundizar esos cambios.

Las urgencias no deberían bloquear el pensamiento político, y el pensamiento, si es político, no debe ignorar las urgencias.

 

Rubén Bassignana (Desde Boedo, abril de 2012)

 

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