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Las “bondades” del neoliberalismo al desnudo

Especial Corona virus II. Por José Muchnik (desde París)

CRÓNICAS POÉTICAS DEL TERCER MILENIO

Muestrario de hechos verídicos, otra mirada sobre los tiempos presentes para los habitantes del futuro.

Abril 2020
 Tiempo de preguntas

Por ahora, y hasta nueva orden, estas crónicas estarán dedicadas a la nano partícula que puso el mundo culo para arriba, más de medio planeta confinado, doscientos mil muertos, las “bondades” del modelo neoliberal al desnudo. ¿Quién podía imaginarlo? Un bicho tan pequeño, que ni siquiera es bicho, nos levanta en vilo y no sabemos cómo ni dónde aterrizaremos. Así es estimados habitantes del futuro, vivimos momentos excepcionales, este cronista no predice el futuro ni formula profecías, más bien abre preguntas, ellas como el vino conviene descorcharlas con tiempo para que brinden aromas. Poesía no da respuestas, más bien lo contrario, atiza preguntas. No cabe duda, una pregunta genuina vale más que cien respuestas de utilería.

¿Qué mundo vendrá? ¿Qué mundo nos espera? Un murmullo recorre el planeta interrogando el futuro. Aquí, en Francia, ya llegaron a 25.000 los muertos, la pandemia parece estabilizarse, decretaron el desconfinamiento para el 11 de mayo. Normal, no podemos seguir escondidos eternamente, poco a poco tendremos que salir, pero no volveremos al “mundo de antes”, aparentemente todos coinciden, aunque no sabemos si será sólo un cambio de maquillaje.

¿A dónde volver? ¿A qué mundo? ¿Cuál lugar? Nada será como antes, todo será como antes. ¿Mejor o peor? ¿Playas o precipicios? Imposible predecirlo. ¿Aprendimos algo? ¿Aprendimos que vida se cosecha en presente del indicativo? ¿Qué toda la sangre es una bajo diferentes envoltorios? ¿Que riqueza no se mide en dólares? ¿Que amor no se compra? Nada será como antes, ni los abrazos, ni el vino a media noche, ni charlas de madrugada. Todo será como antes, egoísmo y maldad no se evaporarán por arte de magia, SEFIKILL (SErial FInancial KILLers) y cómplices se lavarán la cara, acicalarán sus cabellos y seguirán cagándose en todo, en los hombres, en la naturaleza, en la memoria del viento.

Comenzó el gran cambio, inútil negarlo, la nanométrica partícula ¡Sí pudo! Campana Virus sonó, ecos se van amplificando, demoliendo dogmas, desnudando discursos. Los mismos que desosaban hospitales, trituraban públicos servicios, denostaban estados benefactores, ahora fabrican nuevas hipocresías para conservar sus privilegios. Una premisa parece ser clara, un sistema en el que el 1% de la población mundial posee el 50% de la riqueza, un sistema que explotó la naturaleza sin contemplación alguna, que condujo al recalentamiento del planeta, al aire irrespirable, las aguas asfixiadas… un sistema así no es viable ¿Se desmoronará de manera apocalíptica? ¿O los humanos podrán desarmarlo a tiempo, evitar que explote, construir una alternativa?

 

Límites del conocimiento, magnitud de la Ignorancia.

Campana virus reveló nuestra ignorancia en todo su esplendor. Molesta reconocer la ignorancia, nosotros que pretendimos siempre saber a dónde íbamos, nosotros que pretendimos todo explicar. ¿Nadie sabe nada? ¿O los que saben juegan callados? ¡Gran mesa de póker! Las apuestas son fuertes ¿Ver o no ver? Imposible detectar barajas trucadas. Ganarán fortunas con el tratamiento milagroso. ¿Viene del pangolín? ¿Viene del murciélago? ¿Viene del violín? ¿De un ADN mal manipulado? El “bicho” se escapó y anda haciendo sus estragos ¡Tanta ciencia por un peso! Nadie sabe gran cosa. Anuncian que el confinamiento se prolongará sine die para las personas a riesgo, obesos diabéticos asmáticos…

Yo, como viejo y asmático, me preparaba para no moverme por un tiempo, cuando esta mañana mi hija me da la noticia ¿Viste pa, parece que casi no hay asmáticos entre los 25.000 muertos registrados? ¿¡Cómo!? Si hasta hoy decían que estamos entre los principales sujetos a riesgo. No sé pa, lo escuché en la radio. La ignorancia se manifiesta en todo su esplendor.

La primera potencia mundial está gobernada por un ignorante al que se le ocurre sugerir, durante una conferencia de prensa, gárgaras o inyecciones de lavandina para neutralizar el virus. ¡Fueron centenas de personas las que siguieron su consejo! Terminaron en las urgencias de algún hospital. Si un presidente como Bolso Loco, afirma que es una gripecita sin importancia, organiza manifestaciones callejeras y una misa nacional de la iglesia evangelista para frenar la pandemia… ¿Qué más decir? ¿Cómo superar los records de ignorancia? ¡Sí claro! Mario Vargas Llosa, desde su Fundación Libertad, viendo que las bases del edificio liberal, que él tanto admira, se están rajando, lanzó un manifiesto con el apoyo de reconocidos intelectuales, políticos, economistas, artistas… Claro, eso no es fruto de la ignorancia, se trata de manipulación política del virus, proclaman “verdades” con lenguajes deshidratados, “el populismo tratará de utilizar la epidemia para restringir libertades”. Aún en medio de una tragedia como la que estamos viviendo no cesan con su campaña de fake news, deben cuidar sus privilegios, el confort de sillones off shore. ¡Cállate poeta! Los problemas son otros, volver al trabajo, retomar el crecimiento, el libre comercio, la libre competencia…

 

Las ideologías son más que ideas.

No hace mucho tiempo, en 1989, Francis Fukuyama, un economista norteamericano, publicó un artículo “¿El fin de la historia?”, seguido en 1992 por el “best seller” “El fin de la historia y el último hombre”. El muro de Berlín acababa de caer, el bloque soviético se descomponía, concluyó rápidamente que la “democracia liberal” era “el punto final de la evolución ideológica de la humanidad” “la forma final de todo gobierno humano”. Una vez proclamado el fin de las ideologías y que el “libre mercado” era el “estado natural” al que la humanidad debe tender, la misma palabra “ideología” fue atacada, impregnada de una carga negativa. “Eso es pura ideología” se constituyó en un anatema para barrer toda idea que se oponga a la concepción neoliberal, el capitalismo financiero devino un “estado natural” de organización de la sociedad, inútil explicitar la ideología que permitió su construcción en un largo proceso histórico, es más,  mejor ocultar dicha ideología, la que permitió explotar niños en las minas inglesas del siglo XVIII o XIX, la que instaló jornadas de trabajos de 12h, obreros reducidos a la condición de esclavos, la que intensificó el colonialismo para apropiarse de las materias necesarias a su nueva expansión…. Todo eso y mucho más está basado en una ideología, una visión del mundo que produce ideas, ideas de lo que vale la vida de un niño pobre inglés, de un obrero francés o de un agricultor nigeriano.

Pero la historia no terminó, llegamos a la “modernidad” de nuestro mundo “conectado”, la “uberización” del trabajo o el sistema de benchmarking de gestión que conducen al burn-out, al suicidio de obreros de Foxconn en China o de ingenieros en France-Telecom. El desprecio de las vidas humanas por parte de los SEFIKILL del siglo XXI no es muy diferente del de los dueños de minas inglesas del siglo XVIII.  Lo que puso en relieve el Campana Virus es la progresiva implosión del edificio ideológico neoliberal. Su Weltanschauung, esta palabra alemana que significa “visión del mundo”, me parece más precisa que “ideología”, para subrayar el hecho de que la “visión del mundo”, es y fue una piedra fundacional de todas las civilizaciones que habitaron este planeta, de Egipcios Griegos Romanos Tuaregs Mongoles Hindúes Mayas Incas Guaraníes… también de la civilización hoy hegemónica, la que Campana Virus está sacudiendo, la del Dios Mercado, naturaleza explotable, humanos descartables.

Mañana o pasado abolirán el confinamiento, volverá a reinar el acelerador. Volverán Kronócratas, los que gobiernan el tiempo, los que lo pesan, cortan en fetas, diseñan vidas, construyen hormigueros. Amar, disfrutar, soñar… ¡No! ¡El tiempo es para otra cosa! ¡Rentabilizar! ¡Producir! Celulares por hora, pizzas por minutos, beneficios por año. ¡Productividad señoras y señores! ¡Productividad! Parece normal ¿A dónde ir después de la pandemia? Así armaron el mundo, cambiarlo será difícil pero no imposible. No cambiará por arte de magia, el “modelo” resistirá, capitalismo financiero golpeará duro, millones de desocupados, fábricas paradas, colas de hambrientos… Entonces todo recomenzará, cada uno volverá a su molde, el panadero a su horno, la enfermera a su paciente, el chófer a su ómnibus… La realidad es lo que hay, no la imaginación de este cronista en los comienzos del tercer milenio, la realidad es este tiempo trozado, el motoquero corriendo como loco por unos pesos por segundo, la cajera de supermercado escaneando etiquetas sin fin… ¿Quién los recordará como héroes de esta guerra? Volverán a contarles los minutos, a controlarles el pipí, a humillarlos por una pizza fría, las picaduras de un ají… Hombres y mujeres en cadena seguirán rindiendo culto al gran Moloch, acordaos de los Tiempos Modernos de Chaplin, de Metrópolis, el histórico film… ¡Bien poeta! ¡Bien! Veo que te has vuelto más realista. ¿Realista? ¿Qué significa? Realidades dependen de miradas, la combinación de realidades y miradas puede llegar a infinito, el problema es otro: soñar juntos para que el pan leve, construir otra visión del mundo para que un nuevo Humanismo vea el día, ir plasmando esa visión del mundo en nuestra realidad cotidiana, en experiencias concretas, en semillas fértiles, no claudicamos, nos tomaremos nuestro tiempo pero hacia allí vamos, hacia un horizonte de panes buenos.

J.M.

 

 

 

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