La plata está
La plata está, mal distribuida, pero está. Mario Bellocchio
Resulta ser que la gran excusa para pretender eludir lo resuelto por los diputados en cuanto al postergadísimo aumento a los jubilados es: “de dónde sacamos la plata para pagarlo”, que funciona como si fuera el Padrenuestro del sagrado culto mileista. Y como nunca falta un alcahuete que percibe sueldo de diputado dispuesto a recitar las oraciones que predica el “demente a cargo”, entre otros, el diputado Álvaro Martínez (LLA), declaraba ante el revés parlamentario: “estamos poniendo en consideración un dictamen que aumenta el gasto sin explicar ni una vez de dónde sale el dinero para financiarlo”.
No es cuestión de criticar a quienes apoyan las determinaciones del partido al que representan –hartos ya de tropezar con garrochistas que pegan el salto según el volumen del sobre que se les ofrezca– sino de exigirles a los representantes parlamentarios que tengan un mínimo de profesionalismo y lean las propuestas antes de opinar sobre ellas.
En efecto, en el proyecto de ley se cita claramente un cúmulo de sugerencias sobre cómo lograría el Ejecutivo proveerse de fondos frescos para cumplir la norma. Y, en respuesta al Gobierno, y haciéndose eco de la iniciativa de Encuentro Federal, se prevé un capítulo referido al financiamiento que incluye medidas como la eliminación de la exención del IVA para los directores de empresas; la eliminación de la exención de Ganancias a las sociedades de garantía recíproca; la quita de sobrecargos a los intereses que se logró con el FMI y un redireccionamiento de algunas partidas destinadas a la SIDE, entre otras.
“Esperemos que los senadores no apoyen esta demagogia populista pero, de cualquier forma, nuestro compromiso es vetar cualquier cosa que atente contra el déficit cero”, publicó Milei en sus redes. A su vez, el vocero presidencial, Manuel Adorni, se empeñó rastreramente en ser “más papista que el Papa”: “El presidente vetará todos y cada uno de los proyectos que impliquen quebrantar el equilibrio fiscal. El populismo ya no es parte del camino”, (¡Le pertenezco, amo, le pertenezco! Gianni Lunadei dixit)
¡Bueno, bueno…! ¡A bajarse del caballo que lo que viene es de a pie! Como puede advertirse claramente, no se trata de que “no hay plata” sino que se la coloca en lugares inapropiados –y no “debajo del colchón” en este caso–, sino que se le deja de cobrar impuestos, con fines de seducción, a los detentadores de fortuna, dejando de cumplir con las obligaciones hacia los más desposeídos y débiles de la sociedad: los jubilados.
El aumento de los haberes y el bono fue aprobado con 142 votos afirmativos, 67 en contra y 19 abstenciones, sobre 228 votantes –no estamos tan lejos de los 151, los dos tercios, necesarios para esquivar el posible veto–. Una contundente mayoría conformada por Unión por la Patria, el Frente de Izquierda, la Coalición Cívica, Encuentro Federal, Democracia para Siempre e Independencia. En contra votaron el LLA, el PRO y bloques provinciales. La UCR se abstuvo.
La oposición celebró la media sanción como una muestra de unidad, mientras que el oficialismo denunció “demagogia populista”.
Fueron igualmente notables las cifras alcanzadas en la votación de los artículos en particular. La primera referida al incremento del 7,2% que resultó más contundente que la votación general, con 152 votos a favor, 67 rechazos y 9 abstenciones; sobre el incremento del bono a $110.000 el resultado fue de 141 votos afirmativos, 68 negativos y 17 abstenciones; y sobre la cancelación de deuda con las cajas provinciales fueron 138 a favor, 69 en contra y 19 abstenciones. El resto de los artículos fueron aprobados a mano alzada por la Cámara de Diputados.
En cuanto a la moratoria previsional y pese a los teóricos cálculos previos, el bloque opositor de Unión por la Patria logró imponer la prórroga –por dos años– de la vigencia del capítulo II de la ley 27.705 y del Plan de Pago de Deuda Previsional establecido en ella. El plazo señalado podrá ser prorrogado por igual lapso por el Poder Ejecutivo nacional. La votación resultó con 111 votos afirmativos, 100 en contra y 15 abstenciones.
Según un informe elaborado por el propio Palacio de Hacienda, el aumento del 7,2% para las jubilaciones y pensiones abonadas por la ANSES tendría un costo de 0,20% del PBI para el 2025 y del 0,42% para 2026. En total acumulan un 0,7% del PBI.
El debate se desarrolló durante cinco horas en el recinto de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional mientras por fuera de las vallas que amurallaban al palacio legislativo durante la tarde de este miércoles 4 de junio –a 79 años de la asunción de Perón a su primer mandato después de haber sido elegido por el pueblo en la opción “Braden o Perón”– había una multitudinaria movilización de jubilados, personas con discapacidad, médicos del hospital Garrahan, sectores de la educación y cultura y el colectivo Ni Una Menos.