Bobbio*, territorio Bellocchio

Por Tomás Martínez |

Llegar a Bobbio acompañado por una persona que se apellide Bellocchio, es como ir a la vendimia y llevar uvas de postre.
bobbio7
Agustina Jiménez Bellocchio, Andrea Bellocchio y Jair Jiménez Bellocchio, en Bobbio, 2006.

Nada más normal en el pueblo que encontrar esa palabra por cualquier lado: en el callejero, en los casilleros postales o en los monumentos dedicados a los caídos en las dos guerras mundiales. No he querido comprobar si las lápidas del pintoresco cementerio situado a las afueras, son todo un árbol genealógico en espera de ser ordenado. Sería demasiada intromisión.

El caso es que en Bobbio, sin más, se hace fácil el encuentro entre la historia y la vida. Entrar en su casco histórico, de calles estrechas y antiguos edificios conservados con esmero, nos traslada a épocas muy anteriores, en las que la Abadía, fundada hace catorce siglos, fue estableciendo, alrededor, su propio caserío, que sucesivamente se adjudicaba a las distintas familias que de una u otra forma atendían las cuestiones materiales, mientras los monjes se dedicaban a la cultura en el entorno de su famosa biblioteca. Ya se cumplieron mil años de la existencia de Bobbio como ciudad y ahí están los bobbiesi para confirmar que sin perder su arraigo es posible conservar la vocación europea que en su momento hizo del Monasterio de San Colombano referente para todo el continente. Cruzando los once desiguales arcos del bellísimo y misterioso Ponte Gobo, el pensamiento viajaba en ambos sentidos y las corrientes culturales circulaban haciendo de la Abadía su archivo y laboratorio.

(Click sobre las fotos para abrir el album)

  
nocturno Bobbiese
 
nocturno Bobbiese 1
 
nocturno Bobbiese 2

 
nocturno Bobbiese 8
 
nocturno Bobbiese 9
 
nocturno Bobbiese 10

 
nocturno Bobbiese prima neve sul Ponte Gobbo
 
nocturno Bobbiese san colombano
 
nocturno Bobbiese san colombano 1

 
11144494_10200719734512723_4240626735467644113_o
 
11218492_10200719622709928_4150291965675675206_o
 
11221338_10200719742912933_377336597932855428_n

 
11728901_10200719745753004_6844679178564004731_o
 
11741246_10200719594989235_1561669309010295060_o
 
11741270_10200719654350719_8933383188403585972_o

11754516_10200719673231191_5960183635292431860_o
 
11754891_10200719702111913_5055648861946177939_o
 
11779908_10200719606229516_2085055205833221767_o
 
11794228_10200720038960334_788609540283887128_o

 
11807337_10200719610669627_7825815712710240752_o
 
11807617_10200720042400420_1098599445860114022_o
 
11816223_10200719608429571_221005384209334714_o

 
11831636_10200719624909983_6860061034540716798_n
 
11834885_10200719585508998_8359453069097125268_o
 
13669003_10201906040049620_6408801483413671751_n

  
13876466_10201902433519459_569001250628369893_n
  
13882101_10201906041849665_1222593180016271311_n
  
13886475_10201958876090488_4058166487520297727_n

 
13895123_10201958875690478_2271029488013282428_n
 
13895140_10201906037729562_1289894429849550041_n
 
13907009_10201958877090513_8079968445898385696_n

Desde la margen izquierda del rio Trebbia, que recorre uno de los valles más hermosos del mundo, buena parte de los nacidos en Bobbio se han dispersado por todos los puntos imaginables llevando consigo una permanente nostalgia. La mayoría vuelve como visitante cuantas veces le permite la lejanía, aportando savia nueva a los tradicionales hábitos y costumbres.

En estos momentos, en un marco de piedras antiguas, dominado por instituciones milenarias y recuerdos históricos, se desarrollan actividades muy actuales con atractivos enfoques, buscando calidad de vida para sus habitantes e incentivo para la creciente llegada de turistas. Sorprende la diversidad tanto en los eventos programados, como en los espontáneos. Durante todo el año se suceden acontecimientos que rompen con la rutina, que hacen que la cultura y la diversión formen parte de lo cotidiano, de lo que sin buscar se encuentra a la vuelta de la esquina.

El acontecimiento estrella del verano, más bien de todo el año, es el Festival de Cine que durante quince días de Agosto convierte la pequeña ciudad en centro

de atracción para los amantes de este arte. El magnífico certamen al que concurre una escogida selección de películas, con asistencia de notables actores y directores, es organizado y conducido por el director cinematográfico Marco Bellocchio, seguramente el más conocido bobbiese en la actualidad.

Exposiciones, conciertos, torneos, festivales, mercados, fiestas gastronómicas y todo tipo de festejos culturales o deportivos, religiosos o profanos, populares o elitistas, de cualquier procedencia o tendencia, se suceden durante todo el año. Son la normalidad del lugar.

Una mención especial merece la oferta gastronómica, que forma parte de la tradición, con antiguas recetas locales y regionales, de productos autóctonos en su mayoría. La pasta es el centro de la atención, con infinidad de variantes tratadas con exquisitez e inteligencia. Al menos media docena de restaurantes compiten con cartas singulares, diferentes, aportando cocinas bien elaboradas en las que priman el producto y la inspiración. Un festival para el paladar e incitación a la gula.

En verano, pasear por el centro de Bobbio es un espectáculo, un incesante desfile de personas y personajes, de propios y extraños, jóvenes y no tan jóvenes, viejos y reviejos. Se producen tertulias en mitad de calles y plazas, las terrazas de bares y cafés se llenan de gente que desea ver y ser vista; según a qué hora, el vestuario se trasforma y los actores y actrices de la representación cambian de papel. Desde medio día a media tarde la función cesa y el escenario se vacía, las plazas, las calles y hasta los callejones duermen en silencio. Al atardecer vuelve la actuación.

Bobbio tiene un comercio diverso y exquisito. Sus modernas boutiques presentan atractivas vidrieras y los establecimientos de alimentación ofrecen tanto productos locales como de muy distintas procedencias. Su Contrada di Porta Nova, verdadera Calle Mayor, despliega una particular versión del comercio global. Las noches en que los establecimientos están abiertos hasta muy tarde y se exponen las mercancías a sus puertas, el negocio también es diversión y juego entre el comerciante y el viandante.

Escucho las campanas de la Catedral que rompen el silencio de la siesta y me hacen sentir inmerso en una realidad en la que la historia sigue resonando a nuestro alrededor.

 

(*) Bobbio, es una pequeña ciudad y comuna en la provincia de Piacenza, Emilia-Romagna, norte de Italia. Se encuentra en el sudoeste del valle del río Trebbia.

Comments are closed.

Share via
Copy link
Powered by Social Snap