Castro verde, pero barrial y autóctono

A qué acuerdo llegaron los vecinos en el proyecto Castro “verde”. Por Mario Bellocchio

El proyecto original y el modificado por los vecinos

Allá por abril del año pasado el Gobierno porteño dio a conocer un bateparche llamado “Calles verdes”. Desde Boedo se ocupó del asunto y comentó su parecer al respecto: “otro desatino (negocio) larretiano. El caso de la calle Castro”.

Decíamos entonces: “Cómo el Gobierno de la Ciudad se desentiende de garantizar un transporte público de verdadera calidad al estilo de las grandes capitales europeas, que se ocupe de trasladar a aquellas personas que no pueden hacerlo a pie o en bicicleta por su edad (poca o demasiada) o su discapacidad, disfrazando una ‘ambientación verde’ de ‘espacio verde’”.

Y comentábamos cuál era, a nuestro entender: “El velado propósito de este desatino con espejitos de colores:

  • Reservar para los grandes negocios inmobiliarios (IRSA y otros) los terrenos de dimensiones para parques y paseos como el playón ferroviario de Caballito, simulando una preocupación por los espacios verdes apta para incautos.
  • Tentar a quienes sufren la carencia de espacios verdes con ‘soluciones maqueteras’ de estudios inmobiliarios que patean –por ignorancia o conveniencia– el problema del tránsito vehicular al entorno próximo.
  • Desentenderse de establecer un transporte público de calidad –no el simulacro de titular pomposamente ‘metrobús’ a los carriles exclusivos para buses con su fracaso ‘descongestivo’ del tránsito–, al estilo de las grandes capitales europeas que se ocupe de trasladar a aquellas personas que no pueden hacerlo a pie o en bicicleta por su edad (poca o demasiada) o su discapacidad, disfrazando una ‘ambientación verde’ de ‘espacio verde’.
  • La ‘prioridad peatón’ es engañosa cuando se necesita ‘prioridad del traslado del peatón cualquiera sea su condición física o etaria’.
  • Se ocupan con exclusividad de disfrazar con atractivas maquetas al ‘espacio estático’ desentendiéndose del ‘espacio dinámico’”.

Puede leerse la nota completa en: https://wp.me/p78gKD-7qT

Isis Cives, Hernán Gorreta y Soledad Goia observan el detalle de los planos del proyecto modificado

La activa vecina y paisajista Soledad Gioia tuvo la gentileza de responder a nuestras preguntas sobre el estado actual del proyecto “Castro verde” a fin de informar en qué estaba aquel difundido proyecto de Castro “verde” tan resistido por los vecinos.

“Después de la tercera reunión zoom con el GCABA advertimos que la arq. Paula D’Alessio no tenía idea de lo que estaba presentando como proyecto de calle verde”. Hablaba de un crédito del Banco Mundial por 327 millones de dólares gestionado, entre otras causas, para evitar inundaciones por la sudestada como en el barrio Núñez o en La Boca, siendo Boedo un barrio totalmente ajeno a esos riesgos.

El proyecto se basaba en una circulación promedio de la calle Castro de 231 vehículos x hora. Y Soledad nos comenta que, “logramos parar el otorgamiento del crédito gracias a las denuncias de informe de tránsito falseado, ante la Defensoría General Adjunta en lo Contencioso, Administrativo y Tributario (CABA) que llevó nuestra causa al abogado Leandro Bell, quien envió un ingeniero perito que determinó que en “hora no pico” el tránsito era de 480 a 540 vehículos por hora”. Todo ello sumado a que el informe oficial  minimizaba el alto impacto ambiental generado por el tránsito y los profundos cambios sobre la  identidad barrial presentamos, mediante nuestro representante legal  –informa Soledad– los oficios correspondientes porque advertimos que “nos estaban tomando el pelo”, no tenían en cuenta nuestras observaciones. El 15 de julio se produce una reunión en el club GON a la que asiste Felipe Miguel, jefe de Gabinete de Larreta, quien recibe el repudio vecinal sobre los oídos sordos gubernamentales a las quejas de los Vecinos Auto Convocados de Boedo #nodestruyancastro.

Conscientes de la gravedad del momento los vecinos se contactan con el Banco Mundial a fin de informarle la realidad de la situación y presentan un oficio ante el Poder Judicial porteño al que adjuntan 1500 firmas ante la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad y la Comuna 5 requiriendo un nuevo informe de tránsito ante la falsedad del presentado por el proyecto oficial.

El Banco Mundial le requiere al GCABA  la revisión de la declaración de impacto ambiental para el otorgamiento del crédito. Y el propio banco –ni el GCABA ni la Comuna– comunica a los vecinos que el Gobierno porteño se baja del crédito solicitado quedando en evidencia que las causas del retiro están vinculadas a la imposibilidad de demostrar la nulidad de impacto ambiental del proyecto original. La insistencia del GCABA de realizar la obra aun sin el crédito bancario puso en evidencia el propósito de obra-de-año-eleccionario desprovista de cualquier otra finalidad y agudizó el ingenio vecinal sobre presentación de un proyecto propio que terminó felizmente aprobado por el Gobierno de la Ciudad, dando la sensación de que era la única opción que les quedaba luego de la fundamentada resistencia vecinal.

Nos cuenta Soledad Gioia que:

Una de las numerosas reuniones vecinales del año pasado

“Nuestro plan incluye  veredas de dos metros desde la línea  de edificación”. Desde allí hasta el cordón, espacio verde con plantas que se extiende hasta un metro más allá del cordón con vegetación nativa –arbolado de la biota rioplatense*–  con carriles de circulación y estacionamiento mantenidos. Dársenas gastronómicas en Tobago y Bonafide –esquinas NE y NO de Castro y San Juan– cajones azules de estacionamiento temporario en Castro y EEUU. En la escuela de Castro al 900 espacio de ascenso y descenso de transporte escolar y reservas de estacionamiento en el geriátrico de enfrente a aquel espacio. El plan fue presentado en noviembre de 2022, y el 23 de diciembre fue aprobado, prácticamente sin modificaciones, el  proyecto vecinal que, entre otras conquistas, conserva el adoquinado original y la arquitectura local, preservando esos valiosos símbolos de la identidad barrial, e incorpora especies verdes en todas las calles transversales desde Av. La Plata hasta la plaza Mariano Boedo, incluyendo el nuevo pequeño espacio verde de Constitución al 3300.

Igualmente, ha quedado asentado en el proyecto vecinal que las plazas barriales con su 70% de cemento no incluyen el contacto verde ante la imposibilidad del abordaje del pasto dado su diseño en maceteros.

Señala Soledad Gioia: “en los canteros del proyecto que van a agregarse en el espacio ganado a la vereda  con incorporación de vegetación nativa, se va a hacer una plantación de conjunto originada en una asociación  de paisajistas a la que pertenezco con la que pretendemos lograr una concientización que nos ayude a difundir los beneficios de esta vegetación, para que los vecinos comprendan todo lo que pueden aportar al barrio y sean los usuarios que disfrutan y cuidan  esos espacios”.

Finalmente, el martes 14 a las 17:30 en el Rincón Andaluz de Carlos Calvo 3745, se produjo una reunión vecinal informativa en la que el Gobierno de la Ciudad expuso los detalles del acordado proyecto que, entre otros logros, va a salirle al erario menos de la mitad de lo presupuestado en el plan original: 127 millones de dólares contra los 327 del plan original. Se informó que la obra comenzará la semana que viene, con una extensión de siete meses de trabajo, comenzando por la cabecera de la esquina de San Juan y Castro.

Los vecinos movilizados –#nodestruyancastro, #noalgreenwashingencastro, #vecinosenalerta

contaron con apoyatura legal en los sapientes fundamentos del abogado Leandro Bell y Pablo De Giovanni Defensor (Defensoría CAyT Nº 2) que ayudaron en todo y realizaron oficios con criterio y fundamento “alentándonos a seguir con la misma energía de siempre la lucha por nuestros derechos, nos cuenta la activa vecina y paisajista Soledad Gioia”. El jefe comunal Sebastián Perdomo, señala Soledad, logró oficialmente que la propuesta superadora del inicial y rechazado “proyecto Castro verde” sea parte del proyecto del GCABA. Y fue inestimable la intensa colaboración de las comuneras Maru Acuña e Isis Cives, por el acompañamiento en el proceso participativo y en especial Hernán Gorreta, siempre pendiente de cada requerimiento.

Lo que comenzó como una simple protesta de pancartas vecinales y siguió con pertinacia y, sobre todo, fundamentos legales exhibidos  con profesionalidad y oportunidad ante las entidades correspondientes, terminó con la aprobación de todas las objeciones vecinales aunque resulte saludable aguardar el fin de obra para el grito de gol, ya acostumbrados a las objeciones del VAR.

 

 

(*)Biota rioplatense: arbustos nativos y exóticos pertenecientes a diversas familias botánicas, las más frecuentes en el área de influencia del Río de la Plata, que comprende la región del Delta del Paraná, la isla Martín García y la ribera platense.

 

 

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