La protesta en San Juan Y Boedo

Respondiendo a la consigna nacional sobre la indignación popular por el “genocidio energético”, la comunidad de Boedo se dio cita en la tradicional esquina para manifestar su protesta por el descomunal e impagable aumento de los servicios de electricidad, gas y agua.

Desde antes de las 6 de la tarde, y a pesar de la inhóspita jornada –oiste Mauricio, vos que te quejabas del mal tiempo cuando asumiste ante el frío, ya que no “calor”, popular–, a pesar del mal tiempo que cuando se largó el aguacero, contrariamente a lo que podría suponerse, incrementó su presencia y alboroto, completó la superficie del cruce de avenidas, haciéndose oir, por añadidura, por medio de cuanto elemento sonoro tuvieron a mano, cuando no sus propias voces u otras estridencias. El cruce estuvo interrumpido por más de tres horas durante las cuales se hicieron presentes los vecinos y visitantes ocasionales de nuestro barrio haciéndose oír en la queja.

Boedo no fue la excepción, quizá la nota destacada, por el fervor de la concurrencia en el reclamo, que reprodujo una situación común en todas las ciudades y pueblos del país mientras Clarín ignoraba la noticia bendiciendo, seguramente, la importancia innegable de las novedades internacionales y la “importantísima” novela del tesoro acumulado por la familia Kirchner. Mauri, mientras tanto, agregaba otro lagrimón con la eliminación de boquita –boquititita, en rigor– a manos del modestísimo Independiente del Valle, perdiendo en su propio estadio por 3 a 2. Los tapó el agua. No hay gas que los levante. El último que apague la luz.

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