¿Qué cosa no es mi ley?

La Argentina que nos tocó y la que cree poder cambiar Milei –con éxito en las urnas– privatizando hasta la Casa Rosada. Algo estamos haciendo mal. Mario Bellocchio

Cuando uno recurre a simplificar con la semejanza algo que recorre nuevas aristas, tal vez comienza a edificar el edificio del análisis sin los necesarios cimientos. Si fuera tan sencillo definir la propuesta de dolarización de JM como compararla con la fracasada  convertibilidad de Cavallo en los 90’s, el descrédito del outsider estaría garantizado. ¿Nadie tiene en cuenta lo retenido por la memoria colectiva en aquella oportunidad? La mayoría de los que la vivimos –a la hiperinflación– tenemos en claro que, en principio, se revirtió la espantosa pendiente en la que nos habíamos sumergido: entrabas al supermercado con unos precios que ya al llegar a la caja habían sido modificados.

Como con la devaluación del Marco en la Alemania de los 20’s, podíamos empapelar las habitaciones con billetes que iban cayendo de vigencia hora tras hora. Y aquella imagen “salvadora” de un comienzo quedó viva en la memoria y a eso apela el candidato quien sostiene que “durante la presidencia de Carlos Menem, llevó el IPC a un dígito. A partir de 1993, Argentina fue el país con menos inflación del mundo. Fue el programa más exitoso de la historia argentina”. No cuenta como terminó la aventura dolarizadora ni su efecto analgésico, el cáncer siguió creciendo, sólo se detuvo el dolor de cabeza que producía. Y la “quimio” que fue imprescindible aplicar después nos arrojó al 2001 en pelotas.

¿Qué cosa podés pedirle al pibe de “Pedidos ya” que lleva una imagen del candidato en su mochila y al preguntarle por qué lo va a votar te contesta: “porque voy a cobrar en dólares”. ¿Te animarías a querer explicarle los requisitos que tendría que sortear su candidato y la casi imposibilidad de concreción de la mentada dolarización? Porque, guarda que el pibe te puede tirar con los argumentos que expone su ídolo y que él cándida, o desesperadamente, compra como verdades de a puño: “Nosotros estuvimos avanzando en negociaciones y ya conseguimos los dólares para dolarizar la economía al valor del dólar de mercado. Seguimos trabajando para resolver un gran problema de Argentina, que es la inflación”. En su twitter nadie le pregunta a quién y en qué condiciones le “mangó” los dólares y qué medidas pensaría tomar para dominar este potro desbocado de la inflación que, no es un descubrimiento de Milei, hay que domar a cómo dé lugar.

En estas jornadas post aparición de “la criatura” circuló profusamente un TikTok de Federico Pellegrino, un pibe joven que es licenciado en Ciencia Política (UBA), cuya proclama inicial asegura que “Argentina no se derechizó porque JM haya sacado un 30% de los votos en las últimas elecciones”.

“La mayoría de la gente que vota a JM no piensa como él”, asevera y agrega, “Milei no los representa por las ideas que él tiene sino por los sentimientos y emociones que él expresa: bronca, indignación y no saber qué hacer en un presente tan incierto”.

Y continuando con su ponencia: “emociones más que lógicas en un país que no crece hace más de 10 años, donde la pobreza no para de aumentar y donde el Estado no puede garantizar los derechos más básicos. El presente es una mierda y nadie está prometiendo un futuro mucho más esperanzador. Sin embargo el voto se entiende mucho más por lo emocional o sentimental, que por lo ideológico o racional”.

Emocional o no, el tercio que faltaba para la tríada (30-28-27), prevista por la vicepresidenta, irrumpió con una magnitud incalculable hasta para su propio protagonista.*

 

Un textual sobre lo que opina Milei

“Soy anarcocapitalista: el enemigo es el Estado”. Y puesto a profundizar sobre su opinión del Estado: “Soy minarquista, alguien que considera que el Estado solo debe estar a cargo de la seguridad y la justicia”. Los políticos son “una casta parasitaria y corrupta”, según JM es en el Estado donde hacen sus negocios sucios y roban el dinero “al ciudadano”. ¿Nadie se animó a preguntarle por qué la generalización –si son todos no es nadie– y dónde piensa desarrollar su tarea su espacio La Libertad Avanza, sino en la política con él integrándola? O piensa presentarse como la excepción que confirma la regla.

“Hay que incendiar el banco central” para que el país no pueda emitir moneda, “una estafa que lleva a la pérdida del poder adquisitivo”. “Cuando le saquen la máquina de imprimir billetes a los políticos se terminará la inflación, porque la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario generado por un exceso de dinero”. Análisis carente de fundamento, efectista y de una superficialidad indigna de un almacenero de las épocas de anotar en la libreta con lápiz tinta.

De ganar las elecciones estaremos, según asegura, “frente al fin del modelo de la casta, ésa que dice esta atrocidad de que donde hay una necesidad nace un derecho, sin tener en cuenta que alguien tiene que pagarla”. “O esa aberración de la justicia social, porque se traduce en un fuerte déficit fiscal”.

¡Y dále con el Estado!: “Yo considero al Estado como un enemigo; los impuestos son una rémora de la esclavitud. El liberalismo fue creado para liberar a las personas de la opresión de los monarcas; en este caso sería del Estado”.

Sobre la venta de órganos: “Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo? Hay 7.500 personas sufriendo, esperando los trasplantes, hay algo que no está funcionando bien. Lo que propongo es buscar mecanismos de mercado para resolver este problema”.

Sobre el aborto: “Soy liberal y el liberalismo es el respeto al proyecto de vida del prójimo. Si vas contra la vida no hay propiedad ni libertad que valga. Y la vida humana arranca desde la concepción. (…) La mujer puede elegir sobre su cuerpo, pero lo que tiene dentro del vientre no es su cuerpo y el aborto violenta el principio de no agresión”.

Al papa Francisco en distintas ocasiones lo ha llamado “jesuita que promueve el comunismo”, “personaje impresentable y nefasto” o “representante del maligno en la Tierra”. Sin embargo afirma que: “Soy católico y todos los días me arrodillo frente a un judío”.

Y qué sobre el meneado tema de la legalización de las drogas. “El consumo es una acción individual en la que el Estado y el sistema judicial no tienen por qué meterse, siempre que la adicción no genere un gasto para el Estado”. Y afirma que “la forma en que se vive la sexualidad es una elección personal”.

Por otra parte resulta notable su negacionismo con respecto a un tema muy vigente, el calentamiento global: “Hace 10 o 15 años se discutía que el planeta se iba a congelar. Ahora discuten que se calienta. Aquellos que conozcan cómo se hacen esas simulaciones van a ver que las funciones están sobresaturadas en determinados parámetros a propósito para generar miedo”.

El “curro de los Derechos Humanos” vía la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villaroel, hija de militares y promotora de una “verdad histórica” que tenga en cuenta no solo la versión de las víctimas civiles, sino también de los uniformados condenados por delitos de lesa humanidad. En caso de llegar al Gobierno, Villarroel tendrá un rol clave, ya lo adelantó Milei, en cuestiones de seguridad y defensa nacional.

Sobre la seguridad y la portación de armas opina que “¿cuál sería el problema si pudiera usar un arma? La tenencia, además, le quita poder relativo al Estado, que es el que tiene el monopolio de la violencia. No tendría por qué estar regulado por el Estado”.

Nunca le preocupó explicar cómo va a poner en práctica sus ideas extremas. Sí el modo exhibicionista y cuasi circense de exponerlas, a partir de su propio arreglo personal que lo muestra como atractivo pintoresco y cautivador para náufragos a los que le acercan una tabla. Queda claro, sin embargo, que los “náufragos” han demostrado que pueden aglutinar al 30% del electorado y dárselo a conducir a un chofer sin registro y sin experiencia de manejo en ruta.

Ya salió un mileinista a contestarme: para lo que nos sirvieron los anteriores, tuvimos hasta pilotos de fórmula uno al volante; y siempre se fueron al pasto.

Siempre no. Hemos ganado grandes premios con gente feliz disfrutándolos y no sé a cuántos de los derrotados no les pusieron agua en la nafta…

A propósito de la cita de la caída del Marco alemán en los años veinte, sería oportuno recordar que entre los restos de los billetes descartados por inútiles se encontraron cáscaras de huevos de serpiente con esvásticas estampadas en los trozos quebrados por el pichón. No vaya a ser que…

 

 

(*)

La Libertad Avanza                                                            

Javier MILEI        30,0% (7.116.352 votos)

 

Juntos por el Cambio  (reúne) 28,3%

Patricia BULLRICH  17,0%    (4.022.466 votos)

Horacio R. LARRETA 11,3%  (2.675.563 votos)

 

Unión por la Patria      (reúne) 27,3%

Sergio MASSA                21,4% (5.070.104 votos)

Juan GRABOIS                5,9% (1.390.585 votos)

 

CANDIDATOS MÁS VOTADOS

INDIVIDUALMENTE:

 

Javier MILEI             30,0%  (7.116.352 votos)

Sergio MASSA           21,4%              (5.070.104 votos)

Patricia BULLRICH              17,0%   (4.022.466 votos)

 

 

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