Del presidente de Francia a quienes se niegan a vacunarse

Los “fakes” de Macrón. Del presidente de Francia a quienes se niegan a vacunarse. Mario Bellocchio 

“Las restricciones pesarán sobre otros. Aquellos que por razones incomprensibles, en el país de Louis Pasteur, la Ciencia y la Ilustración, todavía dudan en utilizar la única arma disponible contra la pandemia, la vacuna”. (Emmanuel Macron, presidente de Francia)

 Como es costumbre universal, cuando un mandatario formula declaraciones “picantes” aparecen como hongos tras la lluvia los conocidos como “más papistas que el Papa” prestos a inventarle nuevas y más ácidas ponencias en ese sentido. Ahí, según tales versiones, Macrón habría señalado que “no tenía ninguna intención de sacrificar su vida, su tiempo, su libertad y la adolescencia de mis hijas, así como su derecho a estudiar adecuadamente, por quienes se niegan a vacunarse. Esta vez se queda usted en casa, no nosotros”. La versión que tuvo gran difusión en un principio resultó un “fake” inmediatamente desmentido por voceros oficiales del presidente galo.

En Francia, quienes no se vacunen ya no podrán ir a restaurantes, cafés (a partir de principios de agosto), cines y museos (a partir del 21 de julio) y subirse a aviones o trenes.

Las medidas sanitarias coinciden con las anunciadas por Macron en su discurso sobre vacunación.

Las citas textuales atribuidas a Macron en la imagen son falsas, pero el presidente sí aplicará medidas restrictivas sobre la vacunación contra la COVID-19 en el país.

 Desde el 15 de septiembre, la vacunación será obligatoria en Francia para los trabajadores en contacto con personas de riesgo. Se llevarán a cabo controles y se sancionará a quien no cumpla con la vacuna, explicó Macron en el discurso televisado. Es decir, el ministro de Sanidad francés, Olivier Véran, precisó el 12 de julio que los sanitarios no vacunados a partir de la entrada en vigor de la norma no podrán ni trabajar ni cobrar.

 En cuanto a las actividades culturales, a partir del 21 de julio será necesario el pase sanitario o una PCR con resultado negativo para poder entrar en los espectáculos. Y desde agosto, los franceses que todavía no se hayan vacunado (trabajadores y clientes) solo podrán ir a terrazas, restaurantes, centros comerciales o subirse a aviones y trenes, si presentan el pase sanitario.

 La última medida anunciada en el discurso de Macron entrará en vigor a partir de otoño. Tanto franceses como turistas extranjeros tendrán que pagar cualquier prueba de diagnóstico de la COVID-19 (PCR o antígenos), salvo si se la realizan por prescripción médica. Con esta medida, el Ejecutivo galo espera incentivar la vacunación entre la población en detrimento del uso de los tests rápidos.

En las primeras 24 horas después del discurso de Emmanuel Macron, más de un millón de personas ya habían reservado su cita para la vacuna, según informó Le Monde.

Ni bien finalizó el discurso televisado del presidente se desató un ola de inscripciones para vacunarse.

 

 

 

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