Desde 2009, ARSAT está a cargo de instalar y mantener antenas transmisoras que alcanzan al 82% de la población, dispone de capacidad satelital para garantizar la cobertura del servicio en todo el territorio nacional (que desde 2014 brinda el ARSAT-1), y entrega decodificadores de forma gratuita para la población que no está en condiciones de abonar un servicio por cable o comprar un nuevo televisor con el decodificador integrado (jubilados, pensionados, titulares de AUH entre otros).

Desde diciembre pasado, la TDA está siendo desguazada. Se detuvieron las obras para la instalación de nuevas antenas transmisoras (de 32 pendientes, solo se completaran 8), se siguen despidiendo trabajadores, se frenaron las obras para las nuevas instalaciones domiciliarias, no se están pagando los servicios de instalación doméstico y se suspendió la distribución nacional de equipos receptores para los beneficiarios del Plan de Acceso Mi Tv Digital.

En relación a los contenidos, se han empezado a caer algunas señales y se frenaron las tareas para incluir otros canales.

De cara al apagón de las señales analógicas previsto para el 2019 urge la necesidad de continuar con las tareas para la inclusión de toda la población frente al cambio tecnológico. Todos los países del mundo se enfrentan a ese desafío, Argentina también debe afrontarlo.

Todos los usuarios de la televisión analógica, que no quieren o no pueden pagar un servicio de televisión por cable, no podrán ver señal de aire alguna si no digitalizan la tecnología de su televisor.

Hacemos un llamamiento a los 4.000.000 de usuarios que la TDA tiene en todo el país y a la población en general que tiene a su disposición este servicio, para repudiar este avasallamiento sobre el derecho de acceder a la comunicación y reclamar por los puestos de trabajo que se van perdiendo por dejar de lado este plan.