Un análisis sin pelos en la lengua

No es momento de saltar del barco. No es momento de salvarse solo. Es momento de bancar, es momento de resistir porque la alternativa es una manga de desaforados a los que no les importa cuántos miles mueran de Covid… o de hambre.
Felicitas Bonavitta. Editorial del sábado 17 de abril por la AM 750.

Voy a tratar de no entrar en todos los ribetes de lo que llega en la mañana. Yo sé que a muchos les genera enojo. Enorme tristeza, sobre todo tristeza, la violencia, el desamor de quienes agitan a la gente para que salga a enfermarse solo para tener un rédito político. La oposición está en el mejor momento de su agenda, esto es lo que mejor le sale. Por un lado consideran que ellos no tienen que explicar absolutamente nada aunque fueron gobierno hasta hace poco y en cierto modo son creadores de varias de las crisis que estamos atravesando, pero no explican nada.

La estrategia es exacerbar lo más posible la crisis. Y debilitar, si pueden, la figura del presidente. Cada uno hace su juego en esto. Algunos tienen apetencias presidenciales. Otros buscan un poco de visibilidad o sencillamente se dejan llevar.

Se muestran desenfrenados porque el odio que tienen es visceral y se excitan ante la posibilidad de que las políticas aplicadas durante la pandemia fracasen. Realmente se han transformado en terroristas que se la pasan atentando en contra de la salud de la población.

No sé cómo es que llegan a transformarse en eso. Cómo alguien que quiere dedicarse a la política termina esforzándose para que todo salga lo peor posible. Porque es una apuesta a la muerte hoy decir o esperar que todo salga lo peor posible, que todo salga mal, que la gente desobedezca lo que se le pide, que vulnere las restricciones, se traduce en eso, en más muertes. Por eso digo que prácticamente se transformaron en terroristas de la salud pero con un blindaje judicial y mediático increíble.

¿Acaso no hay ningún fiscal que quiera investigar estos posteos que menciono?

Laura Alonso llama abiertamente a la desobediencia civil. Bueno, hay un fiscal que hizo una denuncia por instigación al delito contra Mauricio Macri que llama a los intendentes a no acatar las restricciones.

Hay que recordar que no son ciudadanos comunes. Como referentes políticos tienen sus responsabilidades. Y las tienen también al utilizar las redes. Cada palabra, cada idea de estas que están twitteando tiene repercusiones en la vida diaria. Con o sin cargo político tienen responsabilidades.

Ayer este fiscal denunció a Mauricio Macri por instigación y desobediencia… ¡Es un ex-presidente! ¿Podría revisar en algún momento su conducta en las redes? No es necesario que sea oficialista. No es necesario que se transforme en peronista o en kirchnerista, solamente responsabilidad.

La estrella de la semana es (Horacio) Rodríguez Larreta. Quizá por esos problemas de la comunicación oficial. Yo creo que por un problema de comunicación le allanaron el camino a Larreta para que pueda embanderarse en una causa mucho más noble que la que tenía antes para proyectarse a nivel nacional. Larreta de repente se erige como el abanderado de las clases presenciales. ¡Larreta, un impensado abanderado de la educación! Larreta es igual a (Mauricio) Macri y a (Patricia) Bullrich. Esto lo dijo (Axel) Kicillof en la semana en un discurso que, la verdad, fue lo más contundente que se escuchó.

Larreta pertenece al mismo espacio que Macri y Bullrich. Esto es innegable. ¿Por qué se ofenderían si los comparan con Macri o Bullrich si en definitiva gobiernan juntos, pertenecen al mismo proyecto político? Pero Larreta tiene más viveza para esconderse, tiene un muy buen equipo, tiene una estrategia de comunicación y saca ventaja –logra hacerlo– de cada error que le regalan.

Hacer campaña, proyectarse como defensor de las escuelas, tiene mucho más rédito que destacarse por reclamar mayor coparticipación para la CABA. Es un poco antifederal eso de proyectarse con un reclamo ante la Corte (Suprema de Justicia) o victimizarse porque, entre comillas, le “quitan” recursos.

Nadie le pide explicaciones, nadie le pregunta por ese doble juego de Juntos por el Cambio que por un lado alienta a desobedecer y juegan a que dialogan, lo hacen todo al mismo tiempo… y logran instalar la confusión.

La pregunta es ¿Dónde estaba Larreta durante el macrismo? ¿dónde estaban los operadores de los medios? que –quizá lo hayan olvidado– estaba cada uno en su lugar, en ese momento. Yo diría que en el mismo lugar en que están ahora cuando, durante el gobierno de Mauricio Macri con Larreta en la CABA, desaparecieron “Conectar igualdad”.¿Y saben quién recorría el país “capacitando” docentes y alumnos?: Telecom, porque habían vaciado el programa. (Telecom: socio político, Clarín).

No había ni libros ni computadoras. –¿Llegan las computadoras ministro? –preguntábamos. ¡No! ¡Qué van a llegar computadoras! ¡No llegan delantales, no llegan libros, no llegan lápices! ¡No llega nada desde Nación!

Faltaban vacunas. No había de la anti- meningococo, no había de la anti-sarampión. Tuvimos un brote de sarampión después de mucho tiempo ¡Histórico!

O sea, no les importaba la salud claramente. ¡Desaparecieron el ministerio! (lo degradaron a secretaría). No recibían a los ministros de las provincias que querían pedirle comida para las escuelas, los pibes tenían hambre en la escuela. ¿Dónde estabas Larreta?.

Suspendieron las paritarias docentes. Pero además miles de niños se quedaron sin su hogar, sus padres sin trabajo y al día de hoy quiero decirles que nos preocupa las clases pero debería preocupar más aún porque tenemos más de la mitad de los chicos y las chicas en una situación de pobreza terrible.

Si les preocupa en CABA la infancia háganse cargo realmente porque tienen un montón de niños y familias completas durmiendo tirados en la calle.

No seamos hipócritas. Larreta estaba gobernando y el foro de obsecuentes que lo blindan estaba haciendo buenos negocios sin importarle absolutamente nada.

Los operadores de los medios del poder real, ese al que le gusta llamarse “prensa independiente” tenían el mejor equipo de producción. Claro, les tiraban la data desde adentro de Comodoro Py o desde los partidos de tenis que organizaba Macri en Olivos. Y estaban provistos de la información que consideraban importante.

Los que perdieron las elecciones en el año 2019, son los que hoy están conspirando fuertemente en contra de lo que los argentinos eligieron.

Conspiran empobreciéndonos fijando los precios siempre más arriba de lo que corresponde y objetando cada paso que se da en materia sanitaria, restricciones, vacunas, lo que sea… ¡todo!

No digo que no hay errores para objetar. Sí, tiene un montón de errores el gobierno de Alberto Fernández. Esta semana se conoció la inflación de marzo y es de 4,8. Duele, porque detrás de ese número hay millones de argentinos que no pueden comer. Es demencial. No hay bolsillo que resista.

No hay margen de tiempo. No hay tiempo para esperar a que baje… ¡No! Es ahora, es ¡ya! cuando hay que tomar medidas directas.

Y para que el presidente pueda hacer algo para establecer prioridades en materia económica y sanitaria es esencial que tenga respaldo. El respaldo de los gobernadores que esta semana , excluyendo a Axel Kicillof, por supuesto, brillaron por su ausencia. El respaldo de los gremios. El de todos los que conformaron el Frente de Todos o que coinciden en que el neoliberalismo es lo peor que puede pasarnos y más en estas circunstancias. Imaginen si estuviéramos gobernados por Juntos por el Cambio.

Esta es probablemente una de las pruebas más difíciles que tiene que atravesar el gobierno de Alberto Fernández. Son días complejos. Por todo: por la crisis sanitaria, por la crisis económica, por la crisis política que están alentando los sectores de la oposición ¡el poder real! No solo es Juntos por el Cambio, son los medios de comunicación, son los empresarios.

Insisto: con todo lo que se le puede objetar al gobierno de Alberto Fernández. Con todas las correcciones que tendrá que hacer. Con las diferencias que pueden existir dentro del campo popular y de ese abanico tan amplio que es el Frente de Todos especialmente de aquellos que están esperando definiciones más contundentes. Está claro que no es momento de saltar del barco, no es momento de salvarse solo. Es momento de bancar, es momento de resistir porque la alternativa es una manga de desaforados a los que no les importa cuántos miles mueran de Covid… o de hambre.

 

Felicitas Bonavitta. las 40! Sábados de 7 a 10 en 750 AM

 

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