Malvinas

Prolegómenos y aberraciones a 40 años de los sucesos. Mario Bellocchio

Veníamos de tiempos bravos, de lúgubre clima de muerte, de exilios forzados, de silencios obligados, de desaparición de amigos y conocidos, de carencia de derechos, de insólitos cuidados sobre utilizar expresiones vinculadas al “pueblo” para no caer en la delación de algún alcahuete temeroso, de evitar que alguien te anotara en su agenda porque si ese alguien caía en una volteada, en una de las frecuentes redadas, a lo primero que recurrían para coleccionar “pichones de subversivos” era a su agenda y pasabas a habitante de centro de detención con ignoto futuro, no importaba el grado de tu “militancia”, se consideraba que “pensabas feo” y punto.

Como generalmente ha sucedido con nuestra central de los trabajadores, ése era un tiempo de divisiones. Los “dialoguistas” encabezados por Jorge Triaca desde la “CGT Brasil”, y Saúl Ubaldini con los “combativos” de Azopardo que contaban con el inestimable apoyo del histórico e influyente líder metalúrgico, Lorenzo Miguel. De allí provino la organización de aquella protesta obrera del 30 de marzo, convocada bajo el lema “Paz, Pan y Trabajo”, en medio de una caída generalizada del salario de los trabajadores y una dictadura que se desgranaba en disensos internos e impotencia.

“Se va a acabar/ Se va a acabar/ la dictadura militar”… Era la consigna que resonó ese día por las calles del centro, mientras la infantería de la Federal arremetía contra las columnas de trabajadores y oficinistas espontáneamente sumados a la multitud.

Esa marcha, desplazada de su fecha de origen –24 de marzo– para evitar el facilismo de ser interpretada como provocativa por su coincidencia con el aniversario de la dictadura, constituyó el primer mojón político para derrocar a los genocidas.

A consecuencia de esa manifestación, dada la desmedida reacción del Gobierno militar, se produjo la muerte de Benedicto Ortiz –un jubilado mendocino víctima de un disparo policial–, el encarcelamiento de todos los dirigentes de la CGT, más de 1500 detenidos y la salvaje represión llevada a cabo tanto en la Plaza de Mayo y entorno como en todas las plazas del país donde los trabajadores acudieron a la protesta.

 

En medio de ese aquelarre quien podría suponer que algunos de sus participantes, todavía con los magullones de los palazos policiales en el lomo, vivarían a Galtieri –¡Y pegue, pegue Galtieri, pegue!– en esa plaza tres días más tarde. Un apoyo semejante sólo es concebible en un común sentimiento reivindicativo por la recuperación de las islas. Las imágenes de ATC (actual Televisión pública, canal 7) registran las circunstancias:

“En efecto, el 2 de abril, una multitud se reúne en la Plaza de Mayo para expresar su apoyo a la recuperación de las islas Malvinas. A poco de iniciado el registro se escucha la marcha peronista pero el audio se apaga. La cámara enfoca una bandera argentina que dice CGT. Cuando la multitud corea ‘el pueblo unido jamás será vencido’, Galtieri tiende a cerrar la mano en su saludo, ante lo cual, desde su espalda le advierten ‘¡con el puño cerrado no, eh!’. Luego, cuando el dictador menciona a EE.UU. y Gran Bretaña se desata una intensa silbatina, mientras que se celebra la decisión postulada de defender nuestra soberanía. Al referirse a su condición de presidente, el dictador recibe una nueva silbatina. Se entona el Himno Nacional y Galtieri saluda con los brazos en alto. Se escucha nuevamente la consigna ‘el pueblo unido jamás será vencido’ y la marcha peronista hasta que de nuevo se corta el audio.”

Adolfo Pérez Esquivel, un firme denunciante de la dictadura, acción por la que ganó el Premio Nobel de la Paz (1980) rememora ese tiempo: “el 30 de marzo estaba en Washington y mi hijo Leonardo va preso en la movilización, así que comenzamos una campaña para la liberación de los detenidos. El 2 de abril nos enteramos del inicio de la guerra: países y grupos que apoyaban la resistencia a la dictadura interpretaban que el apoyo que se daba a Malvinas era el apoyo que se daba a la Junta Militar, era una confusión muy grande”.

A partir de allí comenzó la manipulación mediática de control social. Se recuerda el “estamos ganando” de la revista “Gente”, órgano nunca desmentido de las apuestas cada vez más elevadas al resultado victorioso de la contienda.

José Gómez Fuentes desde “60 minutos” de ATC fue el rostro y el espíritu del popular noticiero más visto de la Argentina desde donde se deshacía en ponderaciones al Proceso Militar sin retaceo alguno. Fue su voz oficial durante la guerra, compartiendo su labor junto al corresponsal en las islas, Nicolás Kasanzew.? Muy criticado por su adicción a la dictadura, fue admirador y amigo del general Leopoldo Fortunato Galtieri.

“Si quieren venir, que vengan. Les presentaremos batalla” graznó entre vahos etílicos y comenzaron los días de la ocupación, el combate, los actos heroicos y las traiciones internas: “Nuestros propios oficiales eran nuestros peores enemigos”, contaba Ernesto Alonso, el presidente del CECIM (Centro de Ex Combatientes de Islas Malvinas)1.

La guerra no respondió a las ilusorias expectativas de apoyo que pretendió la dictadura, que veía evaporarse la última esperanza de continuidad tras el aparente “avance” del acierto de un “Exocet” seguido de arrasadoras conquistas británicas. El hundimiento del Belgrano –fuera de la zona de exclusión– puso en claro que si había que recurrir a un ataque nuclear, la Thatcher estaba dispuesta a hacerlo en nombre del prestigio de su continuidad. De ahí en más fue todo un largo calvario para los combatientes, más asediados desde adentro que desde afuera.

Años más tarde, en 2009, durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner, se llevarían a cabo una serie de juicios militares, para determinar la validez de reclamos efectuados contra oficiales y suboficiales por conspiración, tortura y maltrato a los soldados conscriptos durante la guerra de las Malvinas en el año 1982.2

 

 

 

 

 

“Se servían whisky de los pubs, pero no estaban preparados para la guerra. Desaparecieron cuando las cosas se pusieron serias. Muchos de los oficiales habían trabajado previamente como torturadores para la dictadura argentina. Nos usaron a nosotros, los reclutas, para sus fantasías sádicas”.3 Hay otros que sostienen que los conscriptos hicieron lo posible para poder sostener las condiciones en las que se encontraban y sostener su moral.4/5?

Diversos crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos han sido acreditados contra tropas argentinas, cometidos por tropas británicas o superiores militares argentinos.6/7/8/9

El veterano José M. Araníbar, que apoyó la investigación que llegó a la Justicia, comentó a El Mundo que “esta megacausa contiene todos los delitos: vejámenes, torturas, servidumbre, heridas graves, abandono de persona e incluso dos muertes; la de un soldado (Rito Portillo) que al parecer fue fusilado por un cabo y otro (Remigio Fernández) que murió de hambre al ser abandonado”.10

“Lamentablemente no existe hasta el momento un registro de la cantidad de compañeros que se han quitado la vida en estos 37 años. Podemos informarle aproximadamente 500 suicidios y al momento, más menos, unos 2.300 fallecidos post guerra en su mayoría, a causa de Malvinas”, aseguró a “Chequeado” Juan Carlos Sosa, secretario de la Federación de Veteranos de Guerra de la República Argentina.

Infames secuelas de una guerra cuyo único saldo positivo fue el advenimiento de una continuidad democrática próxima a cumplir sus 39 años de existencia y una convicción popular, pese a los disensos metodológicos, que se aferra al “Nunca más”.

 

  1. «Malvinas- Delitos de Lesa Humanidad». secretaria-de-derechos-humanos-material-didactico-para-trabajar-en-el-aula-21610.pdf. Malvinas: delitos de lesa Humanidad. Ernesto Alonzo Cecim La Plata.
  2. «Confirman el Juzgamiento por torturas en Malvinas». La Cámara Federal dijo que son delitos de lesa humanidad los tormentos que unos 70 oficiales y suboficiales argentinos aplicaron a sodados. (Clarín)
  3. Jens Glüsing (4 de marzo de 2007). «Argentina’s Falklands War Veterans. ‘Cannon Fodder in a War We Couldn’t Win’.»Der Spiegel(en inglés). Veteranos argentinos de la Guerra de las Malvinas. Carne de cañón en una guerra que no pudimos ganar
  4. «La Cuestión Malvinas en el contexto de la Política de Defensa.». Archivado desde el originalel 26 de octubre de 2017.
  5. «Torturas en Malvinas».
  6. Macintyre, Donald (16 de agosto de 1992). «Falklands ‘war crimes’ claim: MoD investigates allegations that Paras shot Argentine prisoners»Independent(en inglés). Reino Unido.
  7. Tudhy, William (31 de diciembre de 1993). «Britons Divided by Probe Into Alleged Falklands Atrocities : An ex-soldier’s memoirs have reopened an incident in the 1982 war against the occupying Argentines. Charges involve killing prisoners and the cutting off of ears as trophies»Los Angeles Times(en inglés).
  8. «Las pruebas del ocultamiento»Página 12. Argentina. 12 de septiembre de 2015.
  9. «Los crímenes contra los soldados»Página 12. Argentina. 1 de septiembre de 2015.
  10. ARGENTINA | La guerra entre Argentina y Reino Unido fue en 1982. Las torturas a soldados en Malvinas, un delito de ‘lesa humanidad’

 

FUENTES DE INFORMACIÓN:

  • Las investigaciones y precisión de datos sobre juicios militares de 2009 pertenecen a Wikipedia, la enciclopedia libre
  • https://es.wikipedia.org/wiki/

 

 

 

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