Las macetas de Larreta

De qué se trata cuando un habitante de la ciudad critica lo que aparenta ser solo un intento estético-ambiental del gobierno de la Ciudad. Por Mario Bellocchio

La legisladora  Andrea Conde (UC) realizó un video en el que interroga: “¿Sabés cuánto vale cada una de las macetas que compró Rodríguez Larreta para la Ciudad? Tirá un número antes de ver el video y fijate si acertaste. Estas son las prioridades (y los negocios de los amigos) de Larreta en una Ciudad en la que cada vez tenemos más pobreza e indigencia”.

Lo que denuncia la legisladora –y que solo es novedoso como denuncia ya que lleva largo tiempo de consumación– es el costo de estos macetones y su mantenimiento en el momento en que fue adquirido el compromiso:

Según información oficial, cada una le costó al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires 15 mil pesos (de 2017) y, por mantenimiento –hay que ver el calamitoso estado de los macetones y sus plantas–, ya se gastaron en este rubro casi 43 millones de pesos en los últimos dos años (1).

El propósito de la instalación de estos mamotretos anunciado por Larreta fue, en principio,  “innovar en el diseño de los cruces de las calles para que caminar sea más seguro, cómodo y agradable.”  “A través de demarcaciones con pintura reflectiva, se ampliaron las veredas, creando –según su parecer– cruces más cortos y seguros”. De esta manera se describe en el proyecto que “estos nuevos espacios permiten además la incorporación de macetas, mesas y sillas, generando nuevas zonas de disfrute y descanso que faciliten la apreciación del entorno urbano, de la Ciudad, su arquitectura y sus espacios verdes.”

La “venta” de los “nuevos espacios” recuerda cómo se describe un plato gourmet con fines de cotización donde las aceitunas devienen “olivas verdes” y la lechuga “variedad de hojas de la huerta”. Los macetones, por cierto, pasan a cotizar en bolsa y su “mantenimiento” a integrar la deuda externa.

Ahora bien, suponiendo con generosidad que la descripción del emprendimiento sea de efectividad y necesidad urbana, el gasto en “mobiliario” en que se incurre supera toda estimación razonable de prioridad en una ciudad donde 20 mil chicos quedan anualmente sin vacante por carencia de aulas, donde la pobreza, la indigencia y el desamparo habitacional crecen exponencialmente y la “escribanía” de Perú 130 –denominada pomposamente Legislatura– fuerza la desaprobación de la ley de emergencia alimentaria. Una ciudad en la que las macetas reciben más presupuesto que los hospitales.

 

Gisela Marziotta, mientras tanto, vive el especial momento que atraviesa en esta transición de periodista a candidata a vice-jefa de Gobierno por el Frente de Todos. Ahora no solo hay que escuchar a los porteños y comprender sus cuitas para reflejarlas en los medios, se agrega la importante misión de comenzar a elaborar la solución de los conflictos.

Cuando Gisela escucha hablar de los problemas de la Ciudad como éste que genera la nota, comenta: “Detrás de los macetones de Rodríguez Larreta hay gente que vive en la calle y chicos sin vacante”.

“El periodismo y la política tienen mucha vinculación, uno con otra. Sobre todo porque lo que hacés como periodista, o por lo menos lo que yo siempre hice, es escuchar las historias de la gente y visibilizar una situación que otro debía resolver. Lo que cambió es que en vez de exponer esa historia para que alguien la tome y trate de resolverla, ahora yo quiero ser la parte que está pensando la solución del problema”.

“Mientras me hablan voy pensando en cómo se arregla la situación. Pero el trabajo es el mismo: ir al lugar de los hechos, escuchar a los vecinos y vecinas. Eso es lo que hacemos los periodistas”.

“Cuando preguntás cuál es la principal preocupación, lo primero que mencionan es la inflación, y eso está directamente vinculado con la política nacional. Ahora bien, cuando indagás qué les preocupa específicamente de la Ciudad, aparece la inseguridad como el común denominador en todos los barrios. La primera respuesta siempre es la inseguridad. Después las otras respuestas cambian de acuerdo con el barrio, pero la primera es siempre la misma. Y lo que piden es que haya más presencia policial en la calle. Aunque crean que la policía tampoco les da la seguridad que merecen. Pero siempre es preferible que estén. Esto una lo va recolectando de las conversaciones porque no existe una estadística oficial de los delitos más comunes. Si existiera, se podrían pensar políticas públicas y precisar qué está faltando”.

“Existen problemas estructurales en educación y salud. Son problemáticas de la gestión del macrismo en la Ciudad: después de 12 años de gobernar hay 20.000 pibes sin vacantes, y año tras año crece el número. Es decir que en 12 años no sólo no pudieron incorporar a los pibes al sistema educativo de gestión pública, sino que los expulsaron y la estadística va en aumento”.

“Lo mismo pasa con la salud. Los centros de salud barrial, los Cesac, están desbordados, les faltan insumos o la infraestructura no es la correcta. A eso hay que sumarle que cada vez son más las personas que necesitan atenderse en el sistema de salud pública. ¿Por qué? Porque la política nacional los va expulsando de las prepagas. Y, para colmo, el gobierno va limitando los recursos de la salud pública”.

“Creo que para el vecino ya no es suficiente con que la Ciudad esté más o menos bonita. Y digo más o menos porque la cuestión estética es muy subjetiva.  A mí me pueden gustar o no las macetas que pone Rodríguez Larreta.

Cuando los indicadores sociales y económicos más o menos te acompañan, es una cosa. Pero cuando la política nacional deja a la gente en la calle, deja a los chicos sin vacantes, descuida a los hospitales, entonces la maceta ya no es suficiente. Por ejemplo, está muy bien el Paseo del Bajo pero el Paseo del Bajo no genera vacantes ni mejora los hospitales. No digo que haya que retroceder en lo que se hizo. Me parece que lo que se hizo está muy bien pero hoy es insuficiente”.

“[…] en la segunda vuelta mi desafío es poder hablar de la Ciudad, algo que se hace muy poco. Hace falta un verdadero debate. ¿Qué hay detrás de las macetas que inauguró Rodríguez Larreta? Detrás las macetas hay gente que vive en la calle, hay vecinos que necesitan del hospital público, o vacantes escolares. Hay porteños preocupados por la inseguridad y gente que se queja del parquímetro. El debate real es mostrar qué hay detrás de las macetas”.

 

 

  1. Licitación Pública N°873/SIGAF/2017 denominada como MB1 Provisión e Instalación de Macetas para Intervenciones en Ochavas y abierta por pedido de la Dirección General de Infraestructura de Transporte. (En cuyo Pliego de Condiciones, la Obra MB1 tiene como objeto primordial la instalación de macetas, denominadas como “mobiliario urbano”, en 52 ochavas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto incluye también el equipamiento y su respectivo mantenimiento, en los distintos cruces vehiculares y peatonales que obliguen a los vehículos a reducir la velocidad tanto para cruzar como para doblar en las esquinas). Presupuesto inicial: diez millones de pesos ($10.000.000.-). En el Acta de Apertura N° 33/2017, el Gobierno de la Ciudad recibió dos ofertas pertenecientes a las empresas Altote S.A. y Viveros Cuculo S.R.L. El Acta de Preadjudicación N° 35/2017 da como adjudicada la obra a la segunda empresa, representada por el señor Luis Alejandro Ojeda, por un monto total de nueve millones setecientos cuarenta y un mil pesos con noventa y dos centavos ($9.741.001,92). Publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad Nº 5167 del 12/07/2017.
  • Las palabras de Gisela Marziotta fueron tomadas de la entrevista que le realizó Jeremías Batagelj  para “DiarioZ” el 1º de agosto de 2019.

 

 

 

 

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