¿El Garrahan a Nación?

El Gobierno Nacional reveló ante los gremios y funcionarios de Salud de las provincias la intención de “nacionalizar” el centro porteño de atención infantil de alta complejidad.  El objetivo parece ser que la Ciudad destine los fondos que se ahorraría con el traslado, al pago del traspaso de la Policía, la Justicia y el juego.

El Gobierno Nacional trabaja desde hace unos meses en reuniones reservadas para avanzar en la nacionalización del Hospital de Niños Juan Garrahan. El centro de salud -el más importante del país en la atención a menores- hoy divide su presupuesto entre aportes en partes iguales de Nación y la Ciudad de Buenos Aires. La intención de Cambiemos que subyace detrás de esa movida tiene que ver con una ecuación netamente financiera: alivianarle al Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el nivel de desembolso en dinero. Es que, según supo Tiempo Argentino, en los encuentros de funcionarios porteños con cuadros vinculados al hospital se blanquearon las razones por las cuales se busca desvincular a la Ciudad de responsabilidades en el Garrahan. El ejecutivo porteño deberá afrontar, desde este año, el traspaso de cerca de 19.000 efectivos de la Policía Federal a la Capital. Lo mismo ocurrirá con la mudanza de la Justicia Penal y Laboral, hoy bajo el fuero federal. Cabe destacar que esos movimientos con sedes judiciales ya se habían propuesto desde algunos sectores del kirchnerismo capitalino. En la agenda, aunque con menor definición, se instala además la chance de traspasar el juego también al ámbito porteño. Lo cierto es que semejante gestión para lograr mayor autonomía tiene un precio elevado en dinero, una carga presupuestaria que bajo la lógica del macrismo debe ser compensada con una reducción de gasto en algún sector: el Garrahan es el primer fusible elegido.

La idea inicial es que con la vuelta de la Legislatura a la tarea parlamentaria se debata la cuestión de fondo en ese escenario. Quien estuvo comandando las charlas y negociaciones para instalar el tema fue el propio ministro de Salud nacional, Jorge Lemus. El funcionario, que ya ejerció el mismo cargo en Ciudad, fue quien se contacto con los gremios y médicos para empezar a colar la posibilidad de avanzar en el tema.
Hasta hoy, el Garrahan se financia con 50% de aporte de la Ciudad y otro 50% de la Nación. Ese esquema, precisamente, garantizaba el funcionamiento autárquico del hospital. El problema radica ahora en que, por primera vez en su historia, la misma fuerza política encabeza los tres estados más importantes: Ciudad, Nación y Provincia. Y los dos primeros son los que sustentan al Garrahan.
El próximo 3 de marzo habrá un encuentro entre Lemus y las partes en el que se analizará la forma en que se hará el traslado. Si bien todo iba avanzando a buen ritmo, el debate por la coparticipación y el grito en el cielo de los gobernadores del interior por el reparto aplacó los ánimos. En una mesa en la que se sentaron funcionarios de Salud con ministros del área de las provincias, se cuestionó por qué se aumentaba la coparticipación a la Ciudad, que quedaría con excedente tras deshacerse del Garrahan. No hubo respuestas. De todos modos, los jefes distritales del Interior no ven con malos ojos la nacionalización: es que hoy costean todos los gastos de viajes y estadía de pacientes que se atienden en Capital, y prefieren que esos trámites y desembolsos los haga directamente el Gobierno federal. Los que conocen esa interna aseguran que, sin embargo, habrá que tener cintura para no herir susceptibilidades, dado que Cambiemos tiene por delante en el Congreso batallas más duras. De esas que requieren voluntades a favor por parte de las provincias aliadas y no aliadas.
Así las cosas, los dos frentes que se advierten como de mayor complejidad son la discusión en la Legislatura y el plano sindical. Desde el macrismo apuestan a que, como en otros casos, habrá un acuerdo para votar el traspaso entre el bloque oficialista y la mayoría opositora, el Frente para la Victoria (FPV). Por su parte, los sindicatos ya aclararon que la cesión no puede redundar en caída en los puestos de trabajo ni complicaciones en las condiciones de empleo.
En los papeles, esta selección de cuál de los Estados comandados por Cambiemos pagará qué cosa, ya se refleja con enroques en cargos estratégicos. En el marco de la toma de posesión del gobierno, Rubén Nieto, quien hasta el año pasado era miembro del Consejo de Administración del Garrahan, ahora ocupa una silla en la Secretaría de Salud nacional. A su vez, la ex ministra del área en la Ciudad, Graciela Reybaud, entró a ser Consejera en el Garrahan. Nieto es hombre de extrema confianza de Lemus.

Qué dicen los legisladores de la Comisión de Salud

Según Gustavo Vera, de Bien Común, “no estamos al tanto de las novedades del Garrahan porque cambiaron la mitad de los diputados y la única sesión especial fue la del traspaso de la Federal. Lo último que se discutió del Garrahan fue el tema del presupuesto pero voy a averiguar”.
Para Marcelo Ramal, del Frente Izquierda y de los Trabajadores,  “la permanencia del Garrahan en la Ciudad es conflictiva porque tiene atención hospitalaria compleja, con un nivel elevado de terapia intensiva. Eso provoca más requerimientos presupuestarios que la media de los hospitales de la Ciudad”. El legislador agregó que “es un espejo en el cual las autoridades de la Ciudad no se quieren mirar. Es molesto a la hora de pensar el presupuesto de los otros hospitales. En un deficiente cuadro hospitalario de la Ciudad, el Garrahan debería ser un incentivo para nivelar la salud pública hacia arriba. La Ciudad debería seguir siendo parte porque esto conforma su patrimonio sanitario”. Ramal consideró que “si pasa a la órbita del gobierno nacional, entra en una zona oscura”. Graciela Ocaña (Confianza Pública), hasta ahora vicepresidenta 1º de la comisión, dijo que “no tengo esa información. Cuando la tenga, la analizaré. No me baso en trascendidos. A mí no me invitaron a ninguna reunión con Lemus”, aseveró, sin el menor interés de ampliar sobre el asunto.

© Leandro Renou y Florencia Halfon Laksman. “Tiempo Argentino”

 
Los números de un hospital ejemplar

Su capacidad para tratar casos de alta complejidad pediátrica es uno de los mayores baluartes del hospital Garrahan, que lo ubican como un referente para todo el país. Existe desde el 25 de agosto de 1987 y, a diferencia de los otros centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires, no sólo depende del ámbito porteño sino también de la órbita nacional, con quien comparte la mitad de las exigencias. Es comparable con los mejores centros de salud del mundo.

En sus 113.000 metros cuadrados de superficie, el hospital cuenta con 513 camas, a las cuales este año se sumarán 21. De ese total, 137 corresponden a terapia intensiva. La planta cuenta con 3678 trabajadores, entre médicos (378), profesionales (248), técnicos (594), administrativos (444), ayudantes (394), operarios (105) y conducción (392).

Entre sus tareas se cuentan más de 11.000 cirugías en 18 quirófanos. Se hace cargo de la mitad de las cirugías cardiovasculares del país y realiza cientos de neurocirugías cada año. Tiene un banco de células de cordón y capacita profesionales todo el tiempo.

Los especialistas indican que lo ideal es que la capacidad del hospital no supere el 85% pero muchas veces se colma, por eso se justifica la ampliación de algunas áreas, como la apertura, a fines del año pasado, del Centro de Atención Integral del Paciente Oncológico.

Cada año, crecen las consultas médicas y el egreso de pacientes atendidos. En 2013, por ejemplo, hubo 312.247 consultas, mientras que el año pasado la cifra fue de 356.363, número que, en ambos casos, supera el medio millón ya que a eso se agregan las emergencias y las entrevistas pautadas.

Hace unas semanas se conoció que, junto a profesionales del Hospital Italiano, el Garrahan realizó con éxito una operación inédita: intervino del corazón al feto dentro de una embarazada en su semana 30 de gestación.

© Florencia Halfon Laksman. “Tiempo Argentino”

 

 

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