Educación y sometimiento

Soledad Acuña que arroja a los alumnos a prácticas laborales gratuitas ahora los obliga a concurrir al Endeavor*. Mario Bellocchio

El hábil manejo del lenguaje deformando su semántica en provecho propio, es uno de los principales modos de colonizar el pensamiento. Hay un sinnúmero de palabras cuyo sentido original ha sido tergiversado con afán de seducción ideológica. Libertad, república, democracia, campo…, conforman una línea de ataque a la que ninguna revisión del VAR le anularía un gol. Los gestores de estos desmanes lingüísticos distorsionan la “libertad” en su provecho usándola para definir la “libertad de explotación”, por ejemplo. Los que protestan por sus derechos laborales conculcados actúan “antidemocráticamente”, son incapaces de convivir en una “república” de la que son privilegiados habitantes los del “campo” –los terratenientes– porque si se tratara de humildes chacareros sujetos a la explotación como la Unión de Trabajadores de la Tierra, ahí de inmediato pasarían a ser “piqueteros” –especie que los medios se encargan de identificar con delincuencia de pobres– que cortan una ruta. A un “tractorazo” –típica protesta de los terratenientes, en general aplicada a reclamos sobre impuestos– se lo equipara con la imagen del “campo”, de la “patria”, de sus “símbolos y tradiciones”. De hecho la bandera nacional es ab-usada como símbolo identificatorio en este tipo de manifestaciones.

Saliendo de estas generalidades del diccionario liberal y yendo específicamente a las atinentes a la Educación porteña en tiempos en que la problemática laboral del estudiante egresado es una realidad acuciante, ¿quién va a oponerse a una práctica que pudiera significar un probable empleo?

Lo que sucede es que mediante un mágico pase de lenguaje el “trabajo no rentado” pasa a ser “práctica laboral” ampliamente beneficiosa (para los explotadores, por supuesto).

Eufemismos idiomáticos mediante, la última ocurrencia de la Ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, es obligar a los pibes a ser explotados, en lugar de gestarles un viático, cuando menos y, para colmo, ocupando gratuitamente plazas laborales tan ausentes como necesarias y, ya que estamos, compulsándolos a asistir a un evento de alto tránsito cooptador de voluntades como el “Endeavor”.

En efecto, dentro de ese “meritocrático” marco –otro neologismo deformador de realidades–, la ministra ordenó que alrededor de 8 mil estudiantes de la Ciudad participen del encuentro “Endeavor Sub 20”, que se realizará el próximo 29 de marzo en el Luna Park, un encuentro donde se manejan intereses empresarios con la evidente finalidad de cultivar el “emprendedurismo” una pícara manera de descubrir ideas de los pibes y participar de las probables ganancias que ellas generen so pretexto de ayudarlos en el emprendimiento.

El rechazo de estudiantes, docentes y familias hacia el encuentro del Luna Park se basa en que “Endeavor” es una red conformada por empresas multinacionales que según difunden en su página web https://www.endeavor.org.ar/ “Seleccionamos emprendedores de alto potencial (ideas que valgan la pena, ¡bah!), los ayudamos (desinteresadamente ¿no?) a escalar sus compañías, potenciar su impacto y convertirse en modelos de rol para las nuevas generaciones”. Y producir beneficios que, por supuesto, compartimos, les faltaría completar.

Los alumnos obligados a participar aseguran que esta actividad no tiene nada que ver con concepto pedagógico alguno, y que se basa en las teorías de la meritocracia, esfuerzo y la superación personal, con abierta difusión de la actividad empresaria de Endeavor –rentada– que muy lejos está del desinterés pecuniario con fines educativos que debería preservar la enseñanza pública, cuando menos.

El Gobierno de la Ciudad y su prioridad en hacer negocios, antes que cualquier otra cosa.

Mientras tanto la patética publicidad del Gobierno porteño bate parche sobre la terminación de los estudios secundarios: “No importa si tenés 18 o 70 años –propone Larreta en primer plano del spot– Si vivís en Buenos Aires, en La Quiaca, o en Ushuaia. Vos también podés terminar la secundaria de forma gratuita, virtual y desde cualquier lugar del país. Con educación hay futuro. –asegura sin que le crezca cabellera, ya que no podemos hablar de que se le mueva un pelo– tratando de construir mediáticamente lo que destruye en escuelas y presupuesto educativo, circunstancia que pone en evidencia otro eufemismo idiomático: llamar “musculatura expresiva” del rostro del Jefe de Gobierno a la “roca dura y monolítica” con la que se manifiesta en el spot.

Simultáneamente Hernán Cortiñas, docente delegado de UTE-CTERA, CABA, difunde por twitter que “Rodríguez Larreta cierra 13 secundarias de adultos. El viernes pasado el Gobierno porteño anunció el cierre de 13 sedes del Plan FinEs** dejando 80 docentes despedidos y cerca de 500 estudiantes que no podrán terminar sus estudios. Lunes 26 de febrero de 2018”.

En plena pandemia apuraban el regreso a la presencialidad. Ahora, con las urnas a la vista, ¿quién nos asegura que no se trata de un plan de cooptación y no de educación?

 Recuerdo que Esteban Bullrich, ex ministro de educación durante la presidencia de Macri, informaba sin sonrojarse, que su espacio político tenía un objetivo: “crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla”. Parece que aquel objetivo pretende renovar su contrato al estilo Gobierno de la Ciudad: a hurtadillas y en los escondites de las nocturnidades.

  

(*) El encuentro se realizará el 29 de marzo en el Luna Park y convocará a estudiantes del último año de cerca de 150 colegios secundarios (la mayoría, públicos).(N. de la R.: Para los Colegios públicos la asistencia es obligatoria como si se tratara de la asistencia a clases).

(**) El Programa de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios (Plan FinEs) es un programa educativo argentino llevado adelante por el Gobierno nacional a partir del año 2008 con presencia en todas las jurisdicciones de Argentina.?

 

 

 

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