Diego

Barrilete cósmico * ¿A qué planeta te fuiste?
Mario Bellocchio

Si algo le faltaba a este 2020 con la carroñera rondando a la búsqueda de víctimas, era su captura de un ídolo. Y no cualquier ídolo. Sino uno nuestro y universal del deporte más popular que se conozca. Así, bien fuerte, para que nos duela profundo hasta a los que de fanas tenemos solo rastros nostálgicos y evocativos.

Maradona, un predestinado desde su cuna  en aquellos trapos natales de Villa Fiorito, hace ya sesenta años, donde palpitó su cumplido sueño mundial.

De ahí en adelante peleó y logró un sistema planetario inventado por él con un balón de fútbol como sol alrededor del cual giró toda su vida sobrecargada en extremos intangibles para la mayoría de los mortales.

Baste con decir que cualquier humilde muchachito Napolitano, “hoy” –Maradona estuvo allí entre 1984 y 1990– dice con los ojos desorbitados como cuando ve licuarse la sangre de San Genaro: Ho visto Maradona!

 ¿Quién puede jugar un mundial con dos balones: uno incorporado en la hinchazón de su tobillo lesionado…?

¿Quién puede superar “que te corten las piernas”?

¿Quién puede emerger de la droga y erguirse nuevamente?

¿Quién puede, desde su pertenencia de pibe humilde, pelearla y hacércela “sentir adentro” a los desclasados de siempre?

 

Dicen que los diamantes son eternos. ¿Por qué este diamante no?

Resulta que le ganaste la guerra a los ingleses (esa que perdimos), les hiciste trampa primero –mucha menos de la que nos hicieron estos turros en la historia– y te la creyeron (ellos no, el referi) No se habían enterado de tus batallas ganadas y por ganar, si no ni se presentaban.

Y dopo, el postre, el lujo, el corolario, la maniobra celestial, inigualable y eterna (esa sí que es eterna) volteando jugadores de jerarquía  internacional como si fueran muñecos.

Víctor Hugo Morales la cuenta: (…)ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, y deja al tercero y va a tocar para Burruchaga… ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta… ¡Gooooool…! ¡Gooooool…! ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme… Maradona, en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos… ¡Barrilete cósmico…! ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 – Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona… ¡Gracias Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2 – Inglaterra 0!

Barrilete cósmico * ¿A qué planeta te fuiste?

 

(*) Barrilete cósmico: el inmortal apodo con que lo bautizó Víctor Hugo Morales luego del segundo gol a los Ingleses durante el Mundial de 1986 en México

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