Una playa porteña

Se inaugura la primera playa natural porteña –de arena– en la costa ribereña de la Reserva Ecológica. No se trata de un relleno artificial, se formó por acción del río luego de que se removieron escombros acumulados.

En un extremo de la Reserva Ecológica Costanera Sur  hubo durante décadas una masa informe de hierros, mampostería, adoquines y basura. Fue parte de un plan fastuoso e inconcluso. En los años 70, sobre estas tierras ganadas al río, se pensaba construir la sede de una “ciudad administrativa”, donde funcionaran los tribunales y diferentes áreas de gobierno. Justamente ese relleno es hoy el corazón de la Reserva, son sus caminos interiores, su hábitat y lagunas: De los Coipos, De los Patos y De las Gaviotas.

Recientemente el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño recuperó el frente costero: básicamente los restos de obra y escombros se utilizaron para armar tres escolleras, que bajan la intensidad y la fuerza con la que llega el agua hasta la orilla.

Los trabajos arrancaron en septiembre del año pasado y al poco tiempo descubrieron que comenzaba a entrar arena, además de piedras pequeñas y canto rodado. A tal punto que el martes (2 de mayo de 2017), en una recorrida por el lugar, se pudo observar que el calzado se enterraba en la arena blanda y que ya se empezó a reproducir el junco que forma parte del hábitat de la costa del Río de la Plata.

En la playa así formada el Gobierno porteño colocó 14 mesas con bancos y 6 bancos tipo plaza y se plantaron especies autóctonas. Y además construyeron un lecho de adoquines para contener la devastación de las crecientes cuando hay sudestada.

En el parque lineal, de cara al río, hay un pequeño bosque de ceibos con sus troncos ondulados. Entre mayo y agosto, su floración roja es casi una postal. Ayer, uno de ellos comenzaba a dar sus primeros brotes.

Según información oficial de la Reserva, en lo que va del año, se registró el ingreso de 170 especies de aves y esperan llegar a mas de 300 para diciembre.

“Han regresado cisnes de cuello negro. La cantidad de especies y el retorno de algunas que se habían ido muchos años atrás indican que la calidad ambiental ha mejorado”, contó uno de los colaboradores de la Reserva.

La florifauna del lugar incluye, además, 18 especies de mamíferos, 28 de reptiles, 22 especies de peces y 644 especies de artrópodos, insectos y arañas, entre otros.

Además se trabajó en el Paseo de la Rambla, de un extensión de 600 metros, que estuvo cerrado desde 2012, cuando una gran sequía dejó sin agua la Laguna de los Coipos. Por esa razón y debido a que muchas personas ingresaban a la reserva sin respetar las entradas formales –altura de Rosario Vera Peñaloza y de Grierson–  se decidió, en su momento, cerrar la parte baja, al nivel de la laguna, paseo que reabre a partir del miércoles 3 –y de martes a domingos de 10 a 17–  ahora revestida perimetralmente con paredes  de piedra Mar del Plata y pisos renovados. Completan el trabajo 16 bancos de estilo romano, rejas similares a las originales  –las que se ven a la altura de la calle–  y tachos de basura de estilo antiguo.

Hay 8 entradas en el Paseo y 4 en la Glorieta. Por ahora sólo abre tres: los extremos y una en el medio.

Se visualiza una alfombra verde: una cubierta de plantas acuáticas conocidas como “acordeón” y “repollitos de agua”.

En 2016 visitaron la Reserva Ecológica Costanera Sur  más de un millón de personas. Con estos cambios, esperan seguir atrayendo visitantes.

 

Visitas:

La Reserva está abierta de martes a domingos, de 8 a 18. Se organizan visitas para escuelas, visitas nocturnas a la luz de la luna llena y visitas para público en general, los días sábados, domingos y feriados. Información e inscripción:

www.visitasguiadas_recs@buenosaires.gob.ar  / 

Información de http://parabuenosaires.com

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