Tiempos de gestión popular

El calendario electoral 2019 devuelve a la Semana de Boedo al frío (28 de junio al 7 de julio). Un buen momento para rastrear los orígenes de cuando se creó la Red de Cultura Boedo, la Comisión Plaza devino Asociación Todos por la Plaza y las arbitrariedades de las clausuras de 2007 generaron la ruptura con el Gobierno porteño

 

El padre Carlos, Rosa María Silva, Daniel Fusaro y Patricia Roselló en una reunión con legisladores en Castro Barros 236, sobre la plaza.

La Red Cultura Boedo, conformada por algo más de 50 instituciones del barrio de Boedo funciona ininterrumpidamente desde comienzos del año 2004. Se constituyó teniendo en cuenta la comunicación y la creación de consenso como vías indispensables para un mejoramiento del desarrollo social y cultural. Sus integrantes conservan, protegen, estudian y difunden el patrimonio cultural creado por las sucesivas generaciones que dan cuerpo a la identidad local, única y singular.

La Red de Cultura Boedo diseña, organiza y lleva adelante desde su origen la Semana de Boedo, una de las mayores manifestaciones culturales comunitarias autogestionadas de las que se tiene conocimiento en la Ciudad de Buenos Aires.

Ilde, retratado por Claudia, su compañera

Este año 2019, la Semana de Boedo va a transitar su decimosexta celebración y Desde Boedo se encuentra con un viejo –joven para uno– amigo, testigo, fundador y sostén de la inoxidable Red de Cultura Boedo, para recordar algunos de aquellos primeros pasos de un bebé que ya recorre la madurez institucional. Dice Ildefonso Pereyra, para nosotros, Ilde.

 

Siempre hay un primer des-encuentro:

“De los límites geográficos”

Concurrimos con muchas ganas a aquella primera convocatoria citada en el Teatro Boedo XXI. “Las instituciones formales convocantes a la reunión eran el –entonces– CGP6 y la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo que actuaba asociada al periódico Nuevo Ciclo, la Asociación del Lengue, el Rotary, el Distrito Escolar, la Cámara de comerciantes, entre las más notorias. Los demás que íbamos a la reunión por primera vez, éramos espacios culturales, deportivos o sociales del barrio que no habíamos tenido hasta ese momento ninguna propuesta formal de trabajo articulado. Nos las arreglábamos solos a pesar de que teníamos fuerte necesidad de trabajar de manera colectiva”.

 “Una situación anecdótica de aquellos primeros momentos que, a la distancia podría calificarse como graciosa, fue el intercambio de opiniones acerca de la ubicación geográfica de las instituciones para poder integrar lo que luego sería la Red Cultura Boedo. Aníbal Lomba,  presidente de la Junta me preguntó cuál era el domicilio de la institución a la cual yo representaba. Y le contesté: ‘Castro Barros 236’. Me respondió tajantemente: ‘eso no es Boedo’. En ese momento la respuesta me pareció de una limitación profunda pero luego entendí que en realidad lo que esbozaba era una práctica diferente. En un contexto social donde la prioridad era sumar y en medio de una tremenda fragmentación de la sociedad que argumenten ‘eso no es Boedo’  era cuanto menos, desubicado y extemporáneo. Los que hacemos gestión cultural sabemos que los límites los establece la gente, son las prácticas sociales las que los definen y la ortodoxia queda siempre de lado en estas cosas”. Allí se sumaron el club Estrella de Boedo, Baires Popular (1), el periódico Desde Boedo (2), la Asociación San Carlos Sud a mi cargo… y otras”.

Ya en la segunda reunión realizada en el viejo domicilio de Boedo de la Escuela Tema decidimos una planificación. Y armamos inmediatamente  una secretaría de prensa (Claudia Villaverde, yo y alguien más que no recuerdo) (abril 2004)  y otra de organización (muy informalmente, no nos conocíamos aun)”.

“Y de pronto sucedió que todos tuvimos que convivir en ese nuevo espacio. Supimos que había diferencias pero que ninguna iba a ser tan importante como para evitar que lleváramos adelante nuestro objetivo: realizar la primera Semana de Boedo. Coincidiendo con el natalicio de Mariano Boedo pusimos fecha, 25 de julio de 2004. 

(N. de la R.): Desde el Gobierno de la Ciudad (Aníbal Ibarra) se propulsaban políticas públicas participativas a largo plazo que reunieran en forma horizontal a las instituciones sociales y culturales. Con esa finalidad se convocaban reuniones barriales –las comunas eran un lejano proyecto– donde fluía la idea del Porto Alegre brasileño descentralizado política y administrativamente. José Suarez (Pepe), a la sazón asesor político-cultural de Guillermo Agresta –director– en el CGP6, tuvo una activa participación en la cohesión de aquella Red en formación y hoy siente orgullo por la perdurabilidad de los primeros esfuerzos por potenciar a las organizaciones barriales –ahora se diría “empoderarlas”, me acota– y que hoy, quince años después, sean ejemplo de independiente supervivencia.

 

La primera semana de Boedo 2004

La 1ª Semana en 2004

El trabajo de varios meses y las ganas de que todo saliera bien se expresaron claramente. La colaboración y la solidaridad fueron características fundamentales. Los espacios pudieron mostrar al barrio sus actividades y la gente aplaudió la iniciativa. Sin embargo, algo diferente comenzaba a formarse. El respeto y el consenso en las decisiones fueron determinantes para el grupo organizador. El éxito de esa primera semana no se midió con parámetros de concurrencia –que no fue escasa–, se midió por la alegría que nos había dado trabajar juntos por, para y desde el barrio.

Camino a la independencia y a la autogestión.

Continúa Ildefonso: “En 2007 nos separamos del GCABA. Como resultado de las decisiones que tomó el Gobierno con respecto al denominado “Post Cromañón” (3) hicimos una declaración de alto impacto en la Ciudad que cuestionaba la arbitrariedad que se ejercía para clausurar espacios culturales, titulado: ‘No a las clausuras’ y que nos trajo inconvenientes políticos con el Director del CGP6 –mudado, en aquel entonces, a la calle Sarandí–. Luego de arduas discusiones la ruptura se expresó en una reunión en el Centro Cultural ‘El Surco’ a comienzos de 2007.

Es importante remarcar que paralelamente a esta decisión también se producía la lucha por obtener la plaza de Boedo. Dos situaciones que incidirían sin dudas en la dirección que tomaría la Red de cara al futuro.

Sin la presencia del Gobierno de la Ciudad la debilidad de la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo (JEHB)  se iba a ir evidenciando y su incapacidad de gestión para ese nuevo momento y frente a ese nuevo colectivo de instituciones quedaría expuesta. Por ejemplo, en el desarrollo de la lucha por la plaza –que hace la Red a través de su comisión ‘Todos por la Plaza’ (4)– la Junta decide abandonar la Red porque no se sentía cómoda con la confrontación que se estaba dando inevitablemente con las autoridades del gobierno de la ciudad. Para nosotros los grises no eran posibles…, no había posibilidades de acuerdo porque los vecinos queríamos la plaza sí o sí. Ambas separaciones fueron difíciles pero a partir de esa nueva realidad la Red estableció un hito notable:

desarrolló el modelo de autogestión, de producción propia y de autofinanciamiento que le permitió tomar decisiones de manera independiente y que mantiene hasta el día de hoy”.

El Tata Cedrón bancándose los primeros fríos

“Esta evocación sobre su fundación nos permite apreciar que desde sus orígenes la Red Cultura Boedo se destacó como modelo de construcción colectiva por la forma de participación de sus integrantes, la horizontalidad y sus decisiones consensuadas. Y es este encuadre el que nos permite imaginar perspectivas futuras. Quizá con la participación de nuevos actores sociales, quizás en nuevos contextos, tal vez con otros integrantes pero difícilmente con otras costumbres. Lo conseguido es –orgullosamente– trabajo sustentado en la participación, es de base, de notable profundidad territorial, es democrático y es boedense”.

 

La Plaza de Boedo y una Fractura expuesta

Notas del archivo “Desde Boedo”: Fragmento de la nota a la CD de la Junta, de diciembre de 2003, donde el grupo que luego constituiría Baires Popular señala sus divergencias con la directiva.

” (…) Hay algunas proclividades a considerar cultural sólo lo ceremonioso o protocolar, en franca contradicción con ciertas ligerezas a la hora de definir los límites o alcances de algunos emprendimientos. También infundados temores hacia todo aquello que  pueda calificarse como popular, dándole un sentido peyorativo. Y en estas definiciones, nuestro presidente (Lomba) con su fuerte personalidad, no es ajeno al intento de imposición de un sesgo elitista que tiende a limitar a quienes pretenden –como resulta nuestro caso– establecer un nexo institucional más natural con el entorno. (…)”

 Instituciones participantes de la primera Semana de Boedo (Julio de 2004)

El C.C. Sebastián Piana, el Café Margot, el Polideportivo Martín Fierro, la Legislatura de la Ciudad (5), la Escuela Intendente Alvear, el Bar Florida, la Escuela TEMA, la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo, la Biblioteca Miguel Cané, “Pan y Arte”, el C.A. San Lorenzo de Almagro, “Boedo XXI”, “Baires Popular”, el periódico Desde Boedo, la Radio Abierta de la Asamblea Vecinal de Boedo, el Club S. y D. Estrella de Boedo, el C.C. Julián Centeya, “Boedo Antiguo”, “Esquina Pugliese”, Círculos Unidos G.O.N. y la Asociación San Carlos Sud (6)

 

 

(1) Baires Popular se forma a raíz de una escisión de siete miembros de la Junta: Rubén Derlis, Mario Bellocchio, Rosa María Silva, Diego Ruiz, Omar Blanco, Alberto Di Nardo y Carlos Caffarena que se separan de la institución debido al manejo autocrático de su presidente (Aníbal Lomba). “A los once días del mes de enero de 2005 , se reúnen en el domicilio de la calle San Ignacio 3613 de la Ciudad de Buenos Aires (…) los asistentes deciden formalizar la creación de una entidad para desarrollar el objeto enunciado, a la que se da el nombre de Baires Popular”.

(2) Este periódico, fundado en 2001, contó con Aníbal Lomba en la Secretaría de Redacción hasta julio de 2003 en que renunció espontáneamente por discrepancias ideológicas.

(3) La tragedia de Cromañón sucedió el 30 de diciembre de 2004. Se procesó y destituyó a Aníbal Ibarra como Jefe de Gobierno y asumió Jorge Telerman (entonces vice-jefe) para terminar el mandato. A modo de “cura en salud” se desató una persecución desmesurada a los clubes y centros culturales barriales que continuó durante la gestión de Macri en la Ciudad.

(4). “En la  Ciudad  Autónoma de  Buenos Aires a los 12 días del mes de marzo de 2007, siendo las 19.30 hs., se reúnen en la calle Pavón 3916 (…) como iniciativa de la Red de Cultura del Barrio de Boedo, se constituye la Comisión ‘Plaza de Boedo’ –luego Asociación Civil Cultural Ambiental Todos por la Plaza de Boedo– con el objetivo de seguir todas las tramitaciones de la futura plaza del barrio y que ésta comisión sea el único interlocutor válido entre las autoridades y los vecinos”.

(5) El martes 20 de julio de 2004 a las 19 hs en el Salón San Martín de la Legislatura Porteña se llevó a cabo un encuentro con espectáculo musical titulado “La Semana de Boedo”.

(6) El sábado 24 de julio de 2004 a las 23.30 la Asociación San Carlos Sud de Castro Barros 236, ofreció “Noche de orquestas de Tango” con orquestas en vivo: “Camino Negro” y “Sexteto La Brava”.

 

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