San Lorenzo 4, Boca 0

¡¡Cuartetazo en Córdoba!!
¡Super baile a toda orquesta cuartetera!

Exhibición de San Lorenzo. Ganó la Supercopa y se metió en la Sudamericana con un baile demoledor a Boca. Un 4 a 0 inolvidable. Belluschi abrió la cuenta con un golazo, el Pitu entró en el segundo tiempo e hizo doblete –golazo y tiro libre al ángulo– y cerró la astilla del mismo palo –Blandi– a minutos del final, a un Boca que con Tévez, Gago y Osvaldo en cancha, jugó muy mal y se comió un baile demoledor. “Mi primera victoria va a ser en Córdoba por la Supercopa”, había dicho Guede. Lo que no dijo es que iba a ser histórica.

Como nunca hasta ahora, este miércoles en la final se vio la idea de Guede. Un equipo ancho, ultraofensivo, con Blanco y Cerutti por afuera, con Belluschi y Ortigoza por el medio. Un equipo que se lleve puesto al rival a la hora de atacar y que entienda cuál es la manera de retroceder a la hora de defender. Ese es el San Lorenzo de Guede. Ese es el San Lorenzo que aplastó a Boca en la final de la Supercopa.

Tiene razón Tevez: no está como siempre. En otro momento hubiera resultado imposible que desperdiciara situaciones tan claras como las que desperdició. Es cierto, en una llegó con lo justo, comprometido, pero en la otra… Ese pelotazo del Cata Díaz lo había dejado solo: con Caruzzo en el camino, ¿cuántas chances había de que Carlitos la tirara afuera? Bueno, esa chance, por más mínima que fuera, fue la que terminó imponiéndose. Y como dice el refrán: los goles que no se hacen en un arco…

Se sufren en el de enfrente. Y mire si Belluschi se lo creyó que inventó una media vuelta de esas que se ven pocas en este pobre fútbol vernáculo: pechito y de aire al ángulo. Orión intentó lo imposible, pero terminó yendo a buscarla adentro.

Hasta ahí, San Lorenzo había marcado los tiempos, pero en lo que a situaciones se refiere la cosa venía pareja. Aunque era notable la forma de llegar: San Lorenzo jugando y con mucha gente. Boca, con los pelotazos del Cata como único recurso, había llegado dos veces con Tévez y el Ciclón una con Angeleri y otra con Cauteruccio. Pero el bombazo de Belluschi empezó a cambiar la historia. Lo apremiado que estaría Arruabarrena que en el entretiempo mandó a la cancha a Gago y a Osvaldo, dos piezas que son tan importantes para Boca como para el Vasco pero que evidentemente no llegaban al 100%, ya que de haberlo hecho hubieran sido titulares. Enseguida Osvaldo tuvo dos apariciones que iban a ser sus únicos aportes de la noche: un cabezazo que se fue alto y una pase estupendo para Meli, que tardó una eternidad y se perdió el empate.

Eso fue lo último de Boca, y también el principio del aplastante triunfo de San Lorenzo. De ahí en más, los de Guede se lo llevaron puesto. Entonces llegó el segundo. Y el tercero. Y el cuarto. Y no llegó el quinto porque se acabó el partido.

Y mientras San Lorenzo extendía su festejo, en Boca se apagaban las luces. Las de Tévez, las de Osvaldo. Las de Gago, las de Díaz. E incluso las de aquellos a los que les habían dado un golpe extra de energía…

Los golazos: Fernando Belluschi a los 44 del primer tiempo; el Pitu Barrientos a los 74 y 83 (tiro libre al ángulo). Néstor Blandi cerró a los 89.

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