Monóxido, el asesino silencioso

Con la aparición de los fríos salen a escena las intoxicaciones generadas por la mala combustión de los elementos usados para calefaccionarse.

El monóxido de carbono es un subproducto de la combustión incompleta. Siempre se produce algo de monóxido de carbono cuando quemamos algún combustible basado en el carbono, tales como el gas natural, el petróleo para calefacción, la leña, la gasolina, el carbón vegetal y otros productos semejantes. Es un gas altamente tóxico que se produce por el quemado incompleto del material combustible. Es 250 veces más afín a la hemoglobina (sangre) que el oxígeno, es inodoro y no irrita los ojos  y en eso basa su toxicidad.

Señalar la precariedad de las instalaciones de calefactores y el uso de braseros o combustión de madera o carbón sin la suficiente ventilación como principales cómplices de la generación del monóxido en las duras jornadas invernales es reconocer en la pobreza la mayoría de las víctimas de este asesino invernal.

Sin embargo, hay quienes disponiendo de menores precariedades, por descuido o ignorancia, se someten a riesgos que pueden llegar a ser letales.

Desde el CONICET [1] Mar del Plata recomiendan a qué cuestiones estar atentos.

En esta entrevista, Miguel Ponce [2] señala indicadores importantes a tener en cuenta:

Al iniciar la época de temperaturas bajas, ¿a qué cuestiones hay que estar atentos con respecto a la calefacción de los ambientes?

Lo ideal es realizar un servicio de mantenimiento en los aparatos que funcionen a partir de un suministro de gas o por combustión. Este mantenimiento debe hacerlo un gasista matriculado y controlar la emisión de gases del artefacto. Esto incluye calefones, calefactores, calderas y generadores de electricidad por combustión, entre otros, para comprobar que su funcionamiento sea adecuado. También es recomendable chequear que las rejillas de ventilación, normadas por ENARGAS [3], no se encuentren tapadas por muebles u otros elementos porque es muy importante asegurar que haya circulación de aire acorde al volumen de gas consumido por el artefacto de gas. También es necesario revisar las cañerías de salida de los gases de combustión y prestar especial interés a los sistemas que no son de tiro balanceado y consumen el oxígeno del ambiente.

¿Qué sugerencias se recomiendan para evitar accidentes con monóxido de carbono (CO)?

No se debe calefaccionar con hornallas u horno, ni cerrar herméticamente los ambientes.

Tampoco utilizar los mismos conductos de ventilación para varios artefactos ni materiales que no son adecuados para las cañerías o conductos, como caños corrugados, ni colocar calentadores de agua (sean termotanques o calefones a gas) en los baños. Es importante no remover los elementos de seguridad de los artefactos a gas. Por ejemplo, muchas personas quitan los sensores bimetálicos de las calderas porque se apagan por retroflujo o venteo. Esto deja a la caldera sin sistema de detección térmica, que podría indirectamente darnos una idea que tal vez haya CO en la combustión.

¿A qué debemos estar atentos para enfrentar el invierno sin accidentes de CO?

Si bien ninguna de las siguientes recomendaciones puede asegurarnos que no haya CO en los ambientes, tener en cuenta estos puntos puede ayudarnos a evitar una intoxicación. Es necesario observar el color de la llama, que debe ser azul, no amarilla ni anaranjada, mantener limpias las salidas de los conductos de ventilación –por ejemplo evitar que se hagan nidos de pájaros– y monitorear que los conductos no estén fisurados o con corrosión. En el caso de no tener la posibilidad de hacer un servicio de mantenimiento a los artefactos por un gasista matriculado, se recomienda dejar abierta una ventana unos centímetros en cada ambiente para que el aire se pueda renovar. De todas maneras esto puede no ser suficiente para evitar combustiones incompletas. Esto dependerá de la mezcla de aire puro y de aire contaminado y de su velocidad de renovación. De ser posible, colocar detectores de gases metano y CO. Y tener especial atención cuando se calefacciona con braseros, garrafas o incluso hogares, ya que es necesario asegurar que haya renovación de aire dado que en estos casos estamos quitando oxígeno del ambiente. Si es posible, evitar usar artefactos de tiro natural.

¿A qué síntomas debemos estar atentos para saber si hay intoxicación?

En primer lugar se pueden presentar mareos y dolor de cabeza, luego, dolor estomacal y adormecimiento. Estos son síntomas comunes a muchas enfermedades, y por lo tanto si se sospecha de una intoxicación por monóxido de carbono lo que se recomienda es salir al exterior, si es posible un ambiente abierto, y respirar profundamente durante unos minutos. Luego, pedir ayuda y al ingresar nuevamente abrir las ventanas y apagar la fuente de emisión de gas. También, puede ser que la intoxicación sea crónica, por lo tanto es importante estar atentos a la repetición de estos síntomas sin la presencia de un cuadro de enfermedad.

 

Escuchando a los expertos:

recomendaciones de Metrogás [4]

Artefactos que producen monóxido de carbono

Todo artefacto usado para quemar algún combustible puede producir monóxido de carbono si no está asegurada la llegada de oxígeno suficiente al quemador. Las calderas, los calentadores de agua o calefones, las estufas u hornallas de la cocina y hornos que queman gas o querosén, pueden producirlo si no están funcionando bien. Los hogares o cocina a leña, salamandras, braseros y los vehículos con el motor encendido también lo emiten.

Las instalaciones defectuosas son la principal causa de generación de monóxido en las combustiones. Algunos ejemplos:

  • Insuficiente ventilación del ambiente donde hay una combustión.
  • Instalación de artefactos en lugares inadecuados.
  • Mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión, desacoplados, deteriorados o mal instalados.
  • Acumulación de hollín u otro material en el quemador.

Hay algunas señales que pueden hacer sospechar la presencia de monóxido de carbono en el ambiente, tales como:

  • Llama de color amarillo o naranja, en lugar de la azul normal. Esto es producto del carbono libre en estado de incandescencia.
  • Aparición de manchas, suciedad o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.

Consejos básicos para prevenir accidentes por monóxido de carbono

  • El monóxido de carbono se produce cuando la cantidad de oxígeno es insuficiente para la combustión completa de los artefactos.
  • Las instalaciones de gas y su mantenimiento deben ser realizadas por gasistas matriculados.
  • Realice revisiones periódicas de artefactos, ventilaciones y cañerías de gas.
  • Los ambientes en los que hay instalados artefactos a gas tienen que tener una ventilación permanente.
  • No obstruya las rejillas de ventilación de los ambientes.
  • Asegúrese que los conductos de evacuación de gases y chimeneas no estén obstruidos ni desconectados.
  • Instale solamente artefactos aprobados por los institutos avalados por el ENARGAS.
  • Los artefactos deben contar con válvula de seguridad y ser instalados en forma fija. No use mangueras de goma, están prohibidas por su peligrosidad.
  • En dormitorios y baños, solamente está permitido instalar artefactos de tiro balanceado.
  • Controle que la llama de los artefactos sea de color azul.

 

 

[1]. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas  (CONICET)

[2]. Miguel Ponce es investigador independiente del CONICET Mar del Plata y desde hace décadas dedica su tiempo de investigación a mejorar la calidad de vida de las personas a través de la prevención de accidentes con monóxido de carbono (CO).

[3]. ENARGAS. Ente Nacional Regulador del Gas.

[4]. MetroGAS o Metrogas es una empresa privada que opera en la Argentina, dedicada a la distribución del servicio de gas natural, tarea anteriormente en manos de la estatal Gas del Estado.

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