La marcha tan temida (por Macri)

Finalmente se llevó a cabo la marcha y concentración en la 9 de Julio para repudiar las políticas de ajuste y flexibilización

“Si quieren buscar ladrones les pasamos una dirección: Balcarce 50, es una casa rosada”, aseguró en su discurso Hugo Yasky el titular de la CTA de los Trabajadores, refiriéndose a que “cada vez que los gremios salen a la calle el gobierno corre presuroso en busca de un juez amigo para intervenir sindicatos o inventar causas”. El reclamo sobre la persecución y aprietes –que se extendió a los gobernadores para lograr apoyo– fue común a todos los oradores de la multitudinaria marcha de ayer, 21 de febrero, razón por la cual se la denominó 21F.

Las habituales observaciones sobre el número –inmenso– de concurrentes, ubican a la concentración entre las 200 mil a 400 mil personas

Las habituales observaciones sobre el número –inmenso– de concurrentes, ubican a la concentración entre las 200 mil a 400 mil personas, integrada por los gremios de la CGT, las dos CTA, agrupaciones de izquierda, movimientos sociales y no pocos autoconvocados que se dieron cita, fundamentalmente, para repudiar las políticas de ajuste y flexibilización y la urgente necesidad de unidad generando un polo opositor a la restauración conservadora generada por el Gobierno nacional.

Algo para destacar: la corrección de la inmensa concurrencia sin siquiera detalles que señalar en cuanto a su comportamiento. Los gremios organizadores aportaron lo suyo en cuanto a control de la permanencia y desconcentración. Y, justo es reconocerlo, las autoridades parecen haber comprendido la irritabilidad que produciría una ostentosa presencia policial, por lo que, con la presumible alerta, se guardaron de una presencia al estilo de la de Congreso en ocasión de las sesiones sobre la readecuación de los haberes jubilatorios.

“violencia es robarles a los jubilados, introducir la Ley Laboral, eliminar el impuesto a los ricos y ponerles techo a las paritarias”.

Juan Carlos Schmid, Sergio Palazzo, Pablo Micheli, Esteban Castro, Hugo Yasky y Hugo Moyano fueron los oradores de un nutrido palco que albergó a figuras del mundo gremial en el que participaron algunos como Julio Piumato de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, a quien la izquierda nacional calificó como “más macrista que Macri”.

Yasky aprovechó para hilvanar varios temas, empezando por la paritaria nacional docente que el Gobierno impidió. “Soy maestro de la escuela pública y muchos de los chicos que eran alumnos míos en Villa Fiorito son mejores que los funcionarios que salieron de la escuela privada y no entienden nada.”

Sergio Palazzo, bancario ( Corriente Federal de los Trabajadores, de filiación kirchnerista), señaló:  “violencia es robarles a los jubilados, introducir la Ley Laboral, eliminar el impuesto a los ricos y ponerles techo a las paritarias”.

“los vagos que apuestan a la timba financiera”

Pablo Micheli, de la otra CTA y partidario decidido de una articulación entre las centrales obreras, pidió que si las concentraciones “hacen bien al alma, hagámoslas más seguido”, para que escuchen “los vagos que apuestan a la timba financiera”.

Esteban “El Gringo” Castro señaló, aludiendo a la clase gobernante: “Díganme qué CEO puede vivir con 4750 pesos por mes”. Castro también reivindicó al Papa Francisco, autor de la frase “son poetas sociales”, aludiendo a organizaciones como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), porque trabajan sobre los problemas más profundos.

Hugo Moyano, cerrando la lista de oradores, no perdió la oportunidad de hablar de su gremio pero generalizó el encuentro señalando que la concentración representó un mensaje para el presidente “para que no siga llevando políticas que hambrean a la parte más sensible de nuestra sociedad”. “No solo hambrean en el presente sino que hambrean para el futuro”, y agregó: “Ni ellos tienen confianza en los modelos que aplican, porque si no traerían la guita”, aludiendo claramente a la salida del subsecretario general de la Presidencia Valentín Díaz Gilligan, propietario de una offshore en Andorra, y al cuestionamiento del ministro de Finanzas Luis Caputo, por sus cuentas offshore.

Toda victoria es relativa y toda derrota es transitoria”

En cuanto a las amenazas de procesamiento en su contra señaló que está a disposición de la Justicia. “No le tengo miedo a la cárcel”, afirmó. En momentos en que la multitud coreó la ya clásica puteada de origen futbolero al presidente, prefirió solicitar que “no corresponde eso” a pesar de que en la propia toma del palco se observaba a coreutas empeñosos cantando la consigna a los saltos. Sobre el final, eligió una cita reflexiva de “un Premio Nobel cuyo nombre no recuerdo” (Octavio Paz) “Toda victoria es relativa y toda derrota es transitoria”, quizás un recordatorio a lo efímero de los logros si no se los sostiene con la acción que corrobora las palabras.

 

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