Julio…: De Vido

Por Mario Bellocchio
Cambiemos y sus aliados del massismo fracasaron en su intento de “excluir” al diputado del Frente para la Victoria-PJ Julio De Vido

Julio De Vido no es un legislador que suscite manifestaciones callejeras a favor ni en contra. Ayer, sin embargo, producto de las circunstancias, daba la sensación de haber cobrado una importancia destacada para los destinos del país. ¿Se lo “excluye” –según el lenguaje PRO– o permanece en su banca? Diez horas de debate que tuvieron “en vilo” al país –diría Crónica–, cuando en realidad todo el mundo ya sabía que el asesino era el mucamo y que lo único que le quedaba a Cambiemos era tratar de aprovechar la distracción para disimular la trepada del dólar y el raje de Pedro Biscay, a contramano de la ley, del directorio del Banco Central. Y de paso para las Paso endosarle, lo más posible, a Cristina y su entorno, la imagen de mafia que protege a los corruptos.

Todo está mal y a esta altura ya hay disidencias notorias en la conducción económica y una verdadera desazón en la industria, el comercio y todo el aparato productivo. Ahora –tras llovido, mojado– el FMI reclama, para equilibrar??? la balanza y reducir la inflación, que el Estado retire todo tipo de subsidios sobre los servicios públicos como si eso no significase, lisa y llanamente, el exterminio de un estrato social que ya no llega a pagar los aumentos “con subsidio”.

Se necesita una verdadera humareda, más que cortinas de humo, para tapar todas estas tropelías de los ineptos que tienen la sartén por el mango…, y el mango también, aunque devaluado día a día. De manera que lo de ayer, con circo mediático incluido, no le vino nada mal al círculo rojo.

En la arena congresal, no hubo toro pero sí embestidas. Los “oles” se escucharon de lejos y el torero logró esquivar las cornadas y sostener dialécticamente los votos de su rescate.

O sea que los muchachos y chicas de Cambiemos y sus aliados del massismo fracasaron en su intento de “excluir” al diputado del Frente para la Victoria-PJ Julio De Vido. Los 138 votos a favor, contuvieron 20 menos de los dos tercios necesarios entre los 237 diputados presentes en el recinto al momento de pulsar el botoncito. Los 95 votos en contra de la expulsión, se mantuvieron pese a las presiones sobre gobernadores y legisladores que se ejercieron incluso desde la Casa Rosada. Ya que el resultado –como suele suceder con el “poroteo” previo– se conocía de antemano, no hubo necesidad de proscribir la abstención, como preveía el PRO, y sólo tres la ejercieron colaborando de ese modo con la negativa de expulsión.

Chispazos de tradición: en el recinto los muchachos y chicas no se privaron de nada. El agravio, el insulto, las acusaciones sin fundamento, tuvieron su día de gloria. Bueno ¿qué se puede esperar de la volubilidad con que se juzga en una persona a su moral?

“El encuadre legal que impulsa mi destitución es nulo, vacío, inconsistente, arbitrario y revanchista”. “No vengo a ejercer el derecho de mi defensa porque no hallo legitimidad a quienes me imputan ni al método que utilizaron para imputarme dado que es claramente violatorio de la Constitución”.  “Soy blanco de un plan sistemático de marketing que fue escrito por el asesor extranjero del presidente” (diputado Julio De Vido).

La diputada Elisa Carrió, a su vez, reclamó la exclusión de De Vido “por infame traidor a la patria” y lo acusó irónicamente de sostener “la mayor obediencia debida al ex presidente Kirchner”. “De Vido ya fue, es bueno que en los procesos históricos, primero se devele la verdad de quienes van a limpiar y quienes van a encubrir toda la vida, y que sea la sociedad la que decida si quiere la verdad o la impunidad”. “Si acá hay protección y participación no hay limpieza del país. La culpa no es de Cambiemos si es débil, la culpa es del pueblo que sabiendo que le roban, vota ladrones. De eso no me voy a hacer cargo” –sostuvo culminando con su andanada.

Por su parte la diputada kirchnerista Juliana Di Tullio se dirigió al presidente del cuerpo, el oficialista Emilio Monzó, exigiéndole que ordene el debate: “Usted tiene una gran responsabilidad que es llevar adelante una sesión muy difícil. Le voy a pedir que sea el garante y que resguarde los artículos del reglamento”. “He escuchado insultos, no solo descalificaciones, acusaciones gravísimas…, quiero que resguarde el artículo 180 y 185 de este reglamento. Tengamos una sesión lo más tranquila posible, se lo exijo. Ponga orden en los dichos. Nadie puede agraviar o insultar a ningún diputado de la nación”.

“Estamos ante una inquisición legislativa, esto es un linchamiento, están abriendo la caja de pandora” (diputada Araceli Ferreyra, del Peronismo para la Victoria de Corrientes). Y hablando de Carrió luego de mostrar un video donde la diputada critica a la administración macrista de la Ciudad: “Nos quiere dar una clase de moral”. “Cuando a ella le parece que uno es corrupto, lo denuncia, y la verdad es que la diputada Carrió no mea agua bendita”.

Las “armas” se enfundaron humeantes a eso de las 21.30 luego de diez horas de artillería pesada. Habían quedado en el arsenal ciertos proyectiles que fracasaron:

Mientras se debatían las iniciativas en comisión, el presidente Macri hizo referencia al tema en una entrevista con un canal de Jujuy. “Va a ser muy útil ver si somos una mayoría los que queremos terminar con la impunidad y ser un país en serio o ver si la mayoría quiere seguir apoyando a estas mafias que tanto daño le hicieron a los argentinos”.

Y remató el coleccionista de ministros CEO en su gabinete: “De Vido puso el Estado al servicio de la política, como otros. Yo espero que esto cambie mañana”. (¿Irá a renunciar?)

 

 

 

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