Huelgas y reivindicaciones en la década del 80 del siglo XIX (I)

Por Miguel Ruffo |

La transición de lo mutual a lo sindical revela un mayor grado de conciencia y organización de los trabajadores.
La transición de lo mutual a lo sindical revela un mayor grado de conciencia y organización de los trabajadores.

Después de la primera huelga organizada por un sindicato, la de los tipógrafos en 1878, durante la década del 80 del siglo XIX y en el contexto de la expansión de la economía agroexportadora con sus correlatos urbanos, se fueron desarrollando las primeras asociaciones gremiales, denominadas Sociedades de Resistencia, organizadas sobre la base de los oficios, que protagonizaron un conjunto de huelgas económicas reivindicativas y que fueron introduciendo en la sociedad argentina la “cuestión social” o más específicamente “el problema obrero”.

“En esos años (1878-1887) surgen las primeras Sociedades de Resistencia, en las cuales las reivindicaciones corporativas van reemplazando al mutualismo de las primeras asociaciones obreras. Simultáneamente se desencadenan aunque todavía episódicamente, las primeras huelgas y conflictos obrero-patronales. Paralelamente a esos dos fenómenos se va multiplicando la actividad de los grupos socialistas y anarquistas”
La transición de lo mutual a lo sindical revela un mayor grado de conciencia y organización de los trabajadores.
“Además, los conflictos se reparten equitativamente en diversos sectores del proletariado. Así, algunos se dieron en los sectores más calificados de la época como los oficiales albañiles y los yeseros, otros en los talleres vinculados con el consumo local como los panaderos y los sombrereros y también un sector nuevo como el de los servicios representados por los telefónicos, aparece en el movimiento huelguístico.”
Los conflictos, pues, se nos abren hacia el conjunto de la clase trabajadora lo que expresa que sus condiciones de trabajo y de vida, más allá de la heterogeneidad social, eran parecidas o similares.
“(…) las reivindicaciones más frecuentes fueron los aumentos salariales, el atraso de los pagos, la reglamentación de la jornada de trabajo y diversas cuestiones vinculadas con las condiciones de trabajo.” (1)
Debemos puntualizar que posteriormente se registra una huelga de yeseros.” Se produce en agosto y septiembre de 1882, por entonces solo había 62 oficiales en ese oficio, de los cuales 50 estaban agremiados en la Unión; la unanimidad, pues, no costó mucho y los patronos debieron acceder a sus reclamaciones; se redujo la jornada de trabajo y se aumentaron los sueldos a 60 pesos diarios en la ciudad y a 75 fuera de ella”, tal lo que señala Rubens Iscaro.
El 11 de octubre de 1883 salen a la huelga los empleados de la Gower-Bell y conquistan aumentos de salarios. El 29 de enero de 1888 la Sociedad Cosmopolita de Obreros Panaderos intima a la patronal a conceder un aumento de salarios antes del 31 del mes. El pedido se fundamenta en que “el valor de las cosas más necesarias para la vida, como ser los alimentos, alquileres, etc., va en aumento, mientras el sueldo ha quedado estancado desde hace mucho tiempo”. Se producen enfrentamientos con la policía, criticados por el propio diario “La Prensa”. La huelga es total y se va levantando parcialmente en las panaderías que acceden a las reivindicaciones obreras.
En enero de 1888 se declara en huelga el personal gastronómico, en contra de la libreta de conchabo, la huelga se cumplió en Buenos Aires y Mar del Plata (aquí se oponían a los reclamos obreros los dueños de hoteles), duró varios meses y concluyó con el triunfo de los trabajadores.
En el próximo artículo continuaremos desarrollando la temática actual.

FUENTES:
(1) FALCON, Ricardo; “Los orígenes del movimiento obrero (1857-1899)”, CEAL, Bs As, 1984.
(2) ISCARO, Rubens; “Historia del Movimiento Sindical”, Editorial Fundamentos, Bs As, 1973.

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