Darwin

Contradictorias acciones de Macri en cuanto a Malvinas. Mientras firma tratados entreguistas aprovecha la finalización de la enorme tarea de identificación de soldados en Darwin, para prometer a los familiares luchar por la soberanía

Mientras el presidente Macri recibía en Olivos a unos 200 familiares de soldados caídos en Malvinas, expresando su reconocimiento a quienes “permitieron que se identificaran las tumbas de 90 soldados en el cementerio de Darwin” y aseguraba que “vamos a seguir reclamando lo que creemos que es legítimo y que nos pertenece, que es la soberanía sobre esas islas”, en Río Grande, el municipio autónomo de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, lugar donde tradicionalmente se lleva a cabo la recordación central del 2 de abril, el veterano de guerra Daniel Guzmán, único orador de la Vigilia, denunciaba la desmalvinización de la política exterior de Cambiemos y, en particular, la inacción del gobierno provincial, “cada vez más permeable a los deseos del oficialismo”.

El veterano señalaba ante la gobernadora Rosana Bertone y el senador Julio Cobos, que “Ni la dictadura se atrevió a ceder los derechos soberanos sobre Malvinas como lo está haciendo ahora Macri”,

añadiendo que “Nunca en la historia de la Argentina hubo gobiernos tan rastreros y cipayos que hicieran acuerdos comerciales tan favorables a los ingleses y tan desfavorables para la Argentina. Sobre todo, porque no sostienen el reclamo de soberanía”, denunciando los acuerdos de septiembre de 2016 “sin cumplir con la Constitución y las leyes, sin darle intervención al Parlamento y sin hablar de soberanía”, sobre recursos pesqueros, cuencas petroleras, vuelos extranjeros e intromisión en las bases antárticas de la Argentina.

En estas circunstancias, el 26 de marzo pasado, 210 familiares de soldados argentinos viajaron a las Malvinas para “reunirse” con sus hijos después de 36 años. Un minucioso trabajo de sepultura e identificación iniciado, ni bien terminó la guerra, por el capitán británico Geoffrey Cardozo había llegado a término después de años de tareas y gestiones que involucraron al Equipo Argentino de Antropología Forense, al Comité Internacional de la Cruz Roja, al músico Roger Waters, a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a tres veteranos de guerra argentinos y a una OSC, y para las cuales el actual Gobierno argentino no se expidió hasta que le fue imposible desconocer la tarea.

Todo comenzó con la empatía de un militar inglés de apellido español y su cuaderno de notas.

“Cada noche, durante mi operativo en Malvinas, yo escribía todo lo que había hecho ese día y tomé notas de todo lo hallado en cada cuerpo. Lo hice diariamente, con mucha disciplina, porque debía hacerlo, por el futuro de ellos. Al marcharme de las islas sentí un alivio enorme por haber cumplido bien mi trabajo, pero también una frustración por todos los chicos que no había podido identificar”, recuerda ahora Cardozo.

El trabajo de exhumación para identificar los cuerpos se realizó entre el 20 de junio y el 7 de agosto de 2017. Al finalizar, los profesionales del Equipo Argentino de Antropología Forense y el Comité Internacional de la Cruz Roja destacaron que lo hecho por Cardozo fue tan importante como las pruebas de ADN para lograr resultados. Sin su informe y su minucioso trabajo de construcción del cementerio, todo habría sido demasiado difícil. “En un viejo sobre de papel madera que tenía bien guardado estaban las páginas escritas a mano, acompañadas de dibujos, diagramas y números” –dice Cardozo. Era su bitácora de campaña, donde había anotado cada detalle de cada cuerpo que había enterrado, incluida su ubicación.

Desde el retorno a la democracia en 1983 hasta 2012, ningún gobierno argentino se ocupó de ellos. Fue, insólitamente, el pedido que hizo el músico Roger Waters durante su visita a Argentina el que movilizó a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner a interesarse en la misión de la organización y llevar el tema a la ONU. Si bien Inglaterra no mantenía diálogo diplomático con Argentina, la intervención del Comité Internacional de la Cruz Roja hizo posible que, en diciembre de 2016, luego de años de negociaciones, se firmara un acuerdo entre ambos países para llevar adelante una misión humanitaria que llevaba décadas postergada.

¿Qué llevó al ignoto oficial inglés a tomar la tarea como una misión de vida?: “Sentí que eran nuestros ‘chicos’. Cuando digo ‘chicos’, para mí, no dejan de ser hombres, soldados, héroes… En inglés, entre los oficiales, nos referimos a nuestros soldados como ‘chicos’ porque tenemos una responsabilidad hacia ellos. Por eso, para mí, eran ‘mis chicos’ en ese momento. Eran huérfanos y yo era la única persona que se podía encargar de ellos. Pero ahora…, ahora tienen a sus padres”.

Fuentes: https://www.nytimes.com/es

https://www.tiempoar.com.ar/

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