Ciclón en Mendoza

San Lorenzo consiguió derrotar a Godoy Cruz en Mendoza en un partido que “había que ganar” para una continuidad con esperanza . Esto supone resignar brillo y ser prácticos a la hora de mover la pelotita.

Dentro de un desarrollo discreto, el Ciclón encontró en la conquista de Cauteruccio la forma de mantener intacta la ilusión de pelear por el título. En esa sintonía, el entrenador de San Lorenzo manifestaba: “No fue un gran partido de fútbol, hubo pocas ocasiones en las áreas”.De todos modos, Pablo Guede no dejó pasar la oportunidad para “felicitar a todos los jugadores” por lo realizado y, además, explicó porqué reemplazó a Blanco: “Se le puso un poquito duro el cuádriceps y, por cómo estaba la cancha y pensando en los próximos partidos importantes, decidí sacarlo”.

Cauteruccio anotó el 1-0.
Cauteruccio festeja una conquista que se le negaba desde hace cinco meses

Era el partido a ganar, de esos difíciles de lograr pero que cuentan con un sabor especial si se consigue la victoria. El Ciclón fue a Mendoza a toparse con un Godoy Cruz puntero que venía de bailar 4-1 a Vélez. El desafío lejos de amedrentarlo lo agrandó y se quedó con el triunfo por 1-0. Así, dejó en claro que está más vivo que nunca en el torneo local y se puso a dos puntos del líder, que justamente es el Tomba.

 

El primer tiempo entregó a un Godoy Cruz más ordenado y buscando la ventaja. Sin embargo, el correr de los minutos fue haciendo crecer a San Lorenzo y el tándem Ortigoza-Mercier, más Belluschi en ataque, fueron empujando el juego hacía el área del Tomba. El gol estaba lejos hasta el inicio del complemento, donde los de Guede salieron disparados y se encontraron con la diferencia de forma express: centro de Más y empuje del ingresado Cauteruccio.

Esta vez el Ciclón se hizo amigo del reloj y aprovechó el paso del tiempo para jugar con la desesperación de Godoy Cruz, que empezó a perder el orden mientras su tribuna presionaba para conseguir el empate. Los últimos minutos fueron a pura violencia y con nulo fútbol, negocio que le sirvió con creces a la visita. Triunfazo (en cuanto a lo que valen estos 3 puntos) de un San Lorenzo que demostró que le mantiene la categoría para enfrentarse (y ganarle) a cualquiera.

 

Así sí me gusta ganar 1-0. Porque el acoplamiento que necesita este método, esta idea, este proceso de Guede, requiere también de la acumulación de pruebas superadas. Ya habrá tiempo para golear: hoy se necesitaba una victoria. Y no hablo de huevos, sino de comprensión de lo que requería la coyuntura. San Lorenzo ganó en Mendoza implementando paso a paso todo lo que se había craneado durante la semana. Esa es la victoria dentro de la victoria. Y en el desglose de ella aparecen éxitos personales que vale la pena puntualizar.

Porque Cauteruccio entró, corrió, luchó, jugó de wing izquierdo y embocó un gol que necesitábamos todos, de goleador de raza pura, demostrando que no es casualidad que todos los técnicos que pasaron del 2013 para acá lo hayan elegido para estar adentro de la cancha. Su máxima virtud es reinventarse, aparecer cuando nadie lo tiene en el radar, dejar pasar unos cuántos partidos para después volver a convertir, riéndose de las rachas, ganándose por enésima vez la chance de jugar y hacer flamear la histórica 9 azulgrana. Ayer selló, con oportunismo, frialdad y confianza, el único gol de la noche. Valioso.

Fue 1-0, no más. Sí, Cuervos, no hubo festival de área a área, pero sí solidez justo antes de una prueba brava como la que tendremos que rendir en Toluca. Queremos beber de esa Copa. Ganando así, se puede.

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