Cerró Cinecolor

Tan solo ocho años después de haber alcanzado la cúspide del proceso fílmico integral (laboratorio, escaneo e impresión), arrastrado por la corriente digitalizadora, cerró Cinecolor, el laboratorio fílmico de excelencia por el que ha pasado casi toda la producción cinematográfica argentina y una importante cantidad de la extranjera, especialmente sudamericana, durante los últimos 35 años.

El histórico espacio cerró sus puertas. El laboratorio de revelado y copiado de material fílmico de 16 y 35 milímetros de la empresa Cinecolor, el último y el mejor de su clase en toda América Latina, suspendió sus actividades el pasado viernes 13 de mayo, dejando a cientos de cineastas que todavía trabajan con esos formatos analógicos sin un espacio donde poder procesar sus películas.

El anuncio fue realizado por Alberto Acevedo, uno de los encargados históricos del laboratorio, quien señaló que sólo le quedarán de sus 35 años de existencia “recuerdos maravillosos de miles de películas, cientos de directores, fotógrafos, productores, sonidistas, editores, cortadores de negativo y personas de todos los rubros técnicos”. 

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Alberto Acevedo (gerente cinematográfico de Cinecolor Argentina) y Lucas Guidalevich (gerente de operaciones) junto al director Luis Puenzo (en el centro), luego de la restauración del film “La historia oficial”.

Acevedo explicó que los avances tecnológicos, que generaron una explosión en el video digital, provocaron que “el laboratorio se convirtiera en no sustentable, a pesar de lo cual aguantó más de lo que los más optimistas augurábamos”.

“Pero a esta pequeña catarsis y homenaje al último laboratorio de la Argentina se le suma una reflexión”, dijo Acevedo, y advirtió: “Hemos perdido el 90% del cine mudo, el 50% del cine sonoro y aunque les parezca increíble, parte de nuestro cine capturado en formatos de video de los últimos años”. 

Por eso, agregó, “es indispensable que pronto la Ley de la Cinemateca Nacional se cumpla y todo nuestro patrimonio esté en un solo lugar donde sea cuidado por gente que ame y sepa lo que hace. Ojalá que pueda ser en el predio del viejo laboratorio, donde están los equipos que servirán para proteger, preservar y restaurar el patrimonio fílmico de más de 100 años de nuestra industria”.

“Es realmente una noticia tremenda para el cine argentino, para la memoria de las obras y para la preservación de las mismas. Todos sabemos que hasta ahora ningún soporte digital ha podido igualar la calidad de la imagen del negativo 35 milímetros”, opinó por su parte el cineasta Pablo César, uno de los que todavía siguen filmando y proyectando sus películas en ese formato fílmico.

Y deja en el aire una inquietante pregunta: “Un negativo 35 mm dura más de 100 años. ¿Cuánto van a durar los discos rígidos? ¿Qué pasará cuando alguien dentro de tan sólo 10 años le quiera mostrar una película que hizo y la tiene en un disco rígido y al conectarlo no funcione o, simplemente, no haya programa alguno que lo pueda reproducir?”.

Algunos de los largometrajes argentinos que fueron revelados en Cinecolor

En el año 2008, y luego de cinco años de rigurosos controles internos de calidad, Cinecolor Argentina alcanzó la posibilidad de realizar el proceso íntegramente “In House”, y la resolución de todas las etapas: laboratorio, escaneo e impresión. Los siguientes largometrajes fueron procesados íntegramente con Intermedio Digital.

-”El nido vacío” de Daniel Burman

-”La mujer sin cabeza” de Lucrecia Martel

-”Leonera” de Pablo Trapero

-”La señal” de Ricardo Darín

-”Anita” de Marcos Carnevale

-”Los paranoicos” de Gabriel Medina

-”El niño pez” de Lucía Puenzo

-”Cuestión de principios” de Rodrigo Grande

-”Un novio para mi mujer” de Juan Taratuto

-También se remasterizaron allí películas como “La Historia Oficial” de Luis Puenzo, y “Esperando la Carroza” de Alejandro Doria.

 

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