Ahora las críticas vienen de adentro

Editorial de Fernando Borroni
  •  Carrió trata de imbécil a Garabano.
  • Macri trata de ladrón a su difunto padre.
  • El ex abogado del padre, Luis Conde, lo trata de corrupto a Macri.
  • Según Pagni, periodista de La Nación, uno de los cuadros más importantes de la derecha, D’Alessio espiaba a Maria Eugenia Vidal.
  • Carrió denunció a D’Alessio por enriquecimiento ilícito, evasión…,  y lo tildó de kirchnerista.
  • Rosencrantz, juez de la Corte, juez del establishment, contradijo a Macri y reconoció la crisis de legitimidad de la Justicia.
  • Sergio Massa tildó de vanidoso a Roberto Lavagna. Dijo: “nadie puede imponer su vanidad sobre un proyecto de país”. Y acusó al gobierno de tres años de fracasos.
  • Lavagna lo gastó un poquito a Macri y citando a Néstor Kirchner, le dijo: “se nota que estás nervioso”.
  • El diputado radical Negri –¿se acuerda?– lo acusó al intendente de Córdoba, Mestre, de no manifestar transparencia en la interna.
  • Hace unos días Melconián acusó a Dujovne de que “solo toma mate y manda una planilla a Washington a las 5 de la tarde”.
  • Hace un tiempo también, lo van a recordar, Carrió aseguró que a Bullrich le ponen la droga para que la encuentre pero el negocio sigue.

Bueno, muchachos, si entre ustedes piensan lo que piensan uno del otro ¿qué nos queda a nosotros que todos los días sufrimos las consecuencias de tener un imbécil como Ministro de Justicia, según la diputada Carrió, a empresarios ladrones y corruptos como Franco Macri, según su propio hijo. Y que además vivimos con el convencimiento de que son capaces de llegar a darte un fraude como lo piensa Negri y además manipulan la justicia y persiguen a todo aquel que se les oponga. Y que es evidente, como dice Lavagna del Presidente, que están nerviosos.

Ahora, es importante preguntarse qué significa todo esto. Por qué de un tiempo a esta parte comenzaron a acusarse, a desprestigiarse  entre ellos. Quizá una primera reflexión sea que de alguna manera se les está agotando el kirchnerismo como enemigo.

Porque por más que todos los días haya un nuevo procesamiento contra Cristina, por más que todos los días intenten acusar al peronismo en su conjunto de todos los males de la Argentina de 70 años para acá, el recurso se les agota. Entonces, como además no tienen otro instrumento para construir política que no sea la acusación y la construcción permanente de enemigos, ahora lo hacen entre ellos, ya no les queda otra.

El motor es, la acusación y la denuncia.

Carrió quiere limpiarse de la mugre con la que ella hizo política toda su vida. Carrió es parte del mecanismo de extorsión. Carrió es parte del show televisivo. Carrio está más sucia que una papa, como dice el dicho.

Macri quiere limpiarse de un mecanismo de corrupción con el que se enriqueció su familia desde la dictadura hasta el presente.

Massa quiere quitarse el ropaje de las consecuencias económicas y sociales de un gobierno del que fue parte hasta hace 5 minutos.

Y en medio de todos estos manotazos de ahogado, sigue creciendo el desempleo, la pobreza, el hambre, se sigue destruyendo la industria y los argentinos y argentinas seguimos perdiendo derechos.

¿Qué demuestra todo ésto?

Que Cambiemos ya no tiene nada que ofrecer a nadie, solo este conventillo de la política, que si no fuese por las graves consecuencias institucionales que esto causa sería para una serie de Netflix.

A Macri se le partió su armado político con la UCR. Sus operadores quedaron desnudos. Los números en las encuestas no le dan. Carrió insulta a su gabinete. Vidal para no hundirse con el barco lo desafía dejando correr el rumor de que podría ser presidenciable.

La Corte le cumple los requisitos a Ramos Padilla para avanzar con la investigación. Clarín le fogonea a Lavagna y La Nación le confirma el espionaje. La gente que lo votó comienza a convencerse de que votar nuevamente a Macri es pegarse un tiro en la sien (luego de haberle pegado antes un tiro a toda su familia).

¡Quién te ha visto y quién te ve! Habría que decirle a Macri. Si alguien quiere explicar cómo se puede desmembrar el poder en tan poco tiempo, pregúntenle al presidente.

¿Será por todo esto que el presidente gritaba tanto en el Congreso en la apertura de sesiones?

Sin embargo, tiene vida. Pero ya la vida de él, no depende de él. Macri está sobreviviendo en el poder. Tiene pequeños foquitos de incendio en cuanto rincón de su presente quiera recorrer.

Aun queda mucho tiempo para las elecciones y todo puede cambiar. Lo que no va a cambiar es saber que siendo oposición a Macri, estuvimos y estamos en el lugar correcto.

Al fin y al cabo ¿quién no debería oponerse a un gobierno de imbéciles, según sus propias palabras, de corruptos,  según sus propias palabras, de vanidosos que sólo toman mate y mandan un informe a Washington a las 5 de la tarde.

A confesión de parte, relevo de prueba.

Teníamos razón: son imbéciles, son corruptos y además…, son mentirosos.

 

 

Editorial de Fernando Borroni de

“La mañana con Víctor Hugo” (Lunes a Viernes 09:00 a 12:00 hs.) Miércoles 20 de marzo de 2019 Radio: AM 750

 

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